La Comunión Con Cristo (2)
Lectura Bíblica: Lucas 10:40-42
El hábito de hacer determinadas cosas por simple repetición parece no tener fin. Vivir como errantes, limpiar la casa, recoger los niños de la escuela, dedicar más tiempo a un proyecto especial, estudiar para otro examen, etc. Lo mismo y lo mismo sin la luz de una meta final.
Cosa similar sucede con las actividades de la iglesia: reuniones de oración, cuidado de los niños, escuela dominical, visitación, etc. La misma rutina de dar nuestro tiempo al Señor pero sin hacer lo que quiere que hagamos, que es tener comunión personal con Él.
El apóstol Juan quería llevar las buenas nuevas a los demás para que conocieran al Señor como él lo conoció y tuvieran comunión con Él como él la tuvo (1 Juan 1:3,6). Eso fue lo más importante de su vida.
Si queremos conocer a Jesucristo de una manera personal debemos dedicar más tiempo a estar con Él. Solo así nuestro deseo por estar cada vez más cerca de él aumentará y nuestro anhelo por servirle se hará más palpable.
Cuando Cristo Jesús es nuestro único propósito, nada podrá detenernos ni derrotarnos. Si la prioridad de nuestra vida es la comunión con el Señor, Él se dará a conocer de una manera como nunca antes lo había hecho.