Lectura Bíblica: Filipenses 3:9-12
Cultivaremos una comunión más íntima con nuestro Señor Jesucristo si estamos dispuestos a:
• Estudiar las Escrituras, pues ellas dan testimonio de Él y son el medio principal por el cual Dios nos habla.
• Dedicar tiempo a la meditación y oración. Podemos hablar con Dios y expresarle nuestra alabanza, gratitud, preocupaciones y peticiones. Dedicar tiempo a meditar en sus verdades y cómo aplicarlas a nuestras vidas le da a Dios la oportunidad de hablarnos.
• Confiar en él en todo lo que hagamos, sabiendo que él nos guía hacia lo mejor.
• Obedecerle. No solo debemos confiar en que Él nos guía, sino que debemos actuar por fe y encaminarnos hacia donde nos está guiando.
• Fijarnos cómo actúa en nuestra vida y en la de los demás. Llevar un diario nos ayudará a recordar lo fiel que ha sido con nosotros y con aquellos por los que oramos.
• Seguir los pasos de Jesucristo en toda situación que se nos presente. Él tiene control de todas las cosas y si somos pacientes y nos mantenemos en oración, a su tiempo veremos su obra.
• Dejar todo lo que pueda ser un obstáculo para nuestra fidelidad y devoción a él. Ello incluye el pecado, la rebeldía y la desobediencia.
Por muchos años he tenido como norma tratar a Jesucristo como mi mejor amigo. (D. L. Moody)