Cristo Es Superior
Hebreos 3:7-19
1. Cristo merece mayor honra, servicio y entrega que Moisés, que otro hombre o cosa. Al igual que los lectores del libro de Hebreos, cuántos creyentes en Jesucristo están en el grave peligro de poner a Jesucristo por debajo de alguna persona, de actividades cotidianas, planes, diversiones y comodidades, creyendo falsamente encontrar mayor felicidad, mayor vida, ya sea porque les atraen más las cosas del mundo, o por que les toca atravesar pruebas difíciles de su fe en Jesucristo. Necesitan recordar que Cristo es el único que puede ofrecer verdadera vida, verdadera salvación y que por tanto merece dedicación y sacrificio de la vida.
2. La incredulidad es el mayor peligro que nos puede apartar del camino que nos conduce a la salvación eterna. Una incredulidad expresada en la desobediencia y la inconstancia a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Cuántos como los lectores de Hebreos somos incrédulos aún estando dentro de la iglesia y experimentando el poder de Dios y su amor en nuestras vidas.
Vivimos una fe nominal, una fe que se reduce al saber y al conocer de Dios y su palabra, una fe que siempre escucha, pero no vive de acuerdo con lo que escucha de la Palabra de Dios, sin darnos cuenta de que esta fe raya en la incredulidad. Cuántos creemos que tenemos una fe poderosa y verdadera porque expresamos prácticas de hablar lenguas, sanidades, liberaciones, etc, pero no vivimos de acuerdo a los mandamientos de Dios en nuestaro estilo de vida cotidiana, sin darnos cuenta de que esta fe también peca de incredulidad. Pero mucho más aún, cuantas veces le reclamamos a Dios fidelidad en medio de las pruebas duras, pero no somos fieles en creer que él nos ama y que no permitirá que nada malo nos suceda.
3. Dios nos ama y no quiere que ninguno quede fuera del reposo eterno, la salvació eterna; por eso, nos anima, nos desafía a lograrlo. Pero, la única manera de lograrlo es a través de un verdadero esfuerzo de entrega y sinceridad a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. No podemos engañarle con nuestros pretextos, nuestras vidas están desnudas delante de su presencia, querrá saber si vivimos esforzándonos para alcanzar su reposo, o si vivimos según nuestra propia voluntad.