Eleazar, El Sacerdote

Eleazar, El Sacerdote
por Waylon Bailey

Al igual que los eventos de los pueblos más antiguos, los eventos relacionados con el establecimiento de las instituciones de la nación de Israel están envueltos en el misterio.
Pero al contrario de las sociedades antiguas, la nación de Israel es suficientemente joven para derramar luz sobre el establecimiento de la nación.

Mucho antes de que Israel existiera como una nación o que el pueblo hebreo entrara al escenario del mundo, los egipcios y otros habían establecido grandes civilizaciones. La nación de Israel es una recién llegada a la escena mundial.

Israel no existió hasta que Dios llamó a Abraham de Ur de los caldeos para que fuera a la tierra de Canaán. Este evento decisivo (cerca de los años 2000 a 1800 a. C.) estableció a los hebreos como un pueblo y comenzó el proceso del establecimiento por Dios cie un pueblo para sí que llevaría su nombre a todo el mundo.


Como el pueblo y la nación, las instituciones religiosas de Israel vinieron mucho más tarde. La mayoría de las religiones tienen instituciones sagradas tales como el sacerdocio, lugares de adoración, un libro sagrado, al igual que oraciones y sacrificios.
Hasta el tiempo de Moisés (alrededor de 1500 a 1400 a. C.), Israel no tuvo ni un lugar de comunión con Dios (el tabernáculo) ni un sacerdocio. El llamamiento de Moisés inició el proceso del establecimiento de instituciones que ayudarían al pueblo de Israel a conocer y a seguir a Dios.

El sacerdocio comenzó con el llamamiento de Aarón para que ayudara a Moisés en la tarea de hablar al pueblo hebreo (Éxodo 6). Dios llamó a Aarón para que sirviera a Moisés y ayudara a Moisés para que comprendiera e hiciera la voluntad de Dios.

La historia del sacerdocio de Israel es de obediencia y desobediencia, fidelidad a Dios e infidelidad. La primera responsabilidad de Aarón fue asistir a Moisés en demandar de Faraón que libertara al pueblo de Israel de su esclavitud (Éxodo 6.26-7.2). Más tarde, Dios comisionó a Aarón y a sus hijos para que sirvieran como sacerdotes (Éxodo 28.1). Dios tenía deberes específicos para los sacerdotes. Ellos debían ponerse entre Dios y el pueblo para dirigir al pueblo de Dios y para ayudar al pueblo con el problema de su pecado. Éxodo 28.12 establece esta responsabilidad. Aarón y sus descendientes usarían la piedra de ónice en las cuales estarían grabados los nombres de los hijos de Israel (Jacob). Cada piedra contendría seis nombres. Aarón llevaría esos nombres en sus dos hombros como memoriales delante del Señor.

La intención de Dios fue que los sacerdotes trabajaran para Él. Aunque el proceso parece bastante formal para los oídos modernos, Dios estableció instrucciones específicas para la consagración de Aarón y sus hijos para el servicio del Señor. Para mostrar la seriedad de su llamamiento, se debían sacrificar toros en el altar (Éxodo 29). La muerte de los animales muestra la importancia del sacerdocio. En esta ceremonia, los hijos de Aarón fueron dotados de un sacerdocio permanente (Éxodo 29.8-9).

Éxodo 29.19-21 muestra la práctica poco usual (para nosotros) de tomar algo de la sangre del toro y untarla en los oídos, los dedos de las manos y de los pies de Aarón y de sus hermanos. ¿Cuál fue el simbolismo? ¿Significa esto que los sacerdotes debían prestar oídos a Dios y obedecerlo? ¿Significa esto que los sacerdotes debían estar dedicados por completo a Dios y usar sus manos y sus pies para honrarlo? Aunque a nosotros se nos puede escapar el significado exacto de estas prácticas antiguas, el efecto parece claro, los sacerdotes de Dios deben rendir su vida por completo a Él.

La importancia de rendirse a Dios se muestra en la muerte por fuego del cielo de los dos primeros hermanos de Aarón, Nadab y Abiú. Aunque el significado no es completamente claro, Nadab y Abiú ofrecieron «fuego extraño» delante de Jehová. Fue una clase de fuego que el Señor no había ordenado (Levítico 10.1). ¿Qué es fuego «extraño’7 ¿Quiere esto decir que ellos estaban tomando a la ligera las cosas de Dios? ¿Quiere esto decir que ellos estaban «jugando» con el fuego del altar del incienso? La Biblia es clara en que fuego salió de delante de Jehová, y los quemó (Levítico 10.2).

Más tarde, Moisés instruyó a Aarón y a sus hijos sobrevivientes, Eleazar e Itamar, que ellos no debían descubrir sus cabezas, ni rasgar sus vestidos en señal de duelo, para que no murieran, ni se levantara ira sobre toda la congregación.
Los primeros dos hijos de Aarón, Nadab y Abiú, dieron evidencias de ser indignos de servir delante de Jehová. Su actitud de arrogancia delante de Dios los incapacitó para el servicio de Dios.

Por vía de contraste, Eleazar e Itamar demostraron ser capaces de estar delante de Dios en santidad. Estos fueron hombres que distinguirían entre lo limpio y lo inmundo, entre lo santo y lo común (Levítico 10.10).

Eleazar fue designado como sucesor de Aarón. Cuando Dios designó a Josué como el hombre que dirigiría al pueblo después de Moisés, Él llamó a Eleazar para que representara a Dios delante del pueblo.

Cuando Dios prohibió a Moisés que entrara en la tierra prometida por causa de su rebelión (Números 27.12-14), Moisés pidió al Señor que designara un hombre «que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor» (Números 27.17). El Señor instruyó a Moisés para que tuviera un servicio de ordenación para Josué. Eleazar el sacerdote jugaría un papel importante en el acto de la comisión de Josué.

El servicio consistiría de tres partes:
(1) Josué sería apartado para el servicio de Dios (Números 27.18);
(2) Josué sería comisionado para su tarea (Números 27.19); y
(3) Josué sería investido con alguna de la autoridad de Moisés para que el pueblo le obedeciera (Números 27.20).
Josué puesto en pie delante de Eleazar el sacerdote probablemente simbolizaba que Josué se rendía al Señor y su dedicación a seguir los caminos de Jehová. Eleazar representaba a Dios delante del pueblo.

Eleazar sirvió en otra tarea importante. Por medio de Eleazar, Josué podía consultar a Jehová (Números 27.21). En los primeros tiempos de la historia de Israel, uno de los medios por los cuales Jehová revelaba su dirección fue el dispositivo llamado Urim y Turim.
Nosotros no sabemos cómo operaba el Urim y Turim. Pero sabemos que estas piedras fueron usadas para buscar la dirección de Dios. Casi en cada ocasión que fueron usados, el Urim y Turim contestaron preguntas dirigidas a Dios. (En Números 27.21, el Señor dijo que por medio de Eleazar Josué podía inquirir por el juicio de Urim delante de Jehová.) El formato de cómo hacerlo se hace evidente en la historia de David en 1 y 2 Samuel.

Esto podía haber consistido en dos piedras planas con diferentes colores por cada lado. Como ejemplos de su uso real, las piedras parecen haber sido tiradas al aire. Cuando ambas piedras caían con diferentes colores, la respuesta sería no. De esta forma Dios se comunicó con los líderes de su pueblo por medio del sacerdote.

Josué 1 narra la historia de la instalación de Josué después de la muerte de Moisés. Dios ordenó a Josué que fuera el líder intrépido del pueblo de Israel. La tarea de Josué sería seguir obedientemente a Dios. Aunque Josué fuera tentado a oír al pueblo, el Señor mismo le instruyó que lo oyera solamente a Él.

El Señor usó a Eleazar para que comisionara a Josué y que lo animara en las difíciles tareas que tenía por delante. En contraste con sus dos hermanos mayores, Eleazar parece haber sido un hombre digno del título de sacerdote de Dios. Él fue un hombre que honró a Dios. El asistió a Josué en la tarea de oír de Dios y de guiar al pueblo a la obediencia del Señor.

(Tomado de Estudios Bíblicos "Lifeway")