Lectura: 1 Samuel 15:10-29
…. el obedecer es mejor que los sacrificios….
–1 Samuel 15:22.
Dios dijo que David era un «varón conforme a mi corazón» (Hch. 13:22). Saúl, por otro lado, fue un hombre conforme a su propio corazón. Insistió en hacer las cosas a su manera y no a la manera de Dios.
En 1 Samuel 15, el Señor dio instrucciones a Saúl diciéndole: «Vé, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de élÉ» (v. 3). Como instrumento del juicio de Dios, Saúl no debía dejar escapar nada ni a nadie.
¿Obedeció Saúl a Dios? ¡No! Perdonó la vida al rey y se quedó con los mejores animales y con «todo lo bueno» (v. 9). Cuando Samuel lo confrontó Saúl mintió, dio excusas, e insistió en que había obedecido al Señor (vv. 20, 21). Era culpable de hacer su voluntad y esperaba que Dios aprobase su obediencia incompleta.
Nosotros también escogemos no obedecer al Señor completamente. Luego intentamos justificar nuestra propia conducta pecaminosa diciéndonos a nosotros mismos que a Dios en realidad no le importa, o que otros cristianos son mucho más pecadores que nosotros. Pero Dios exige obediencia total.
El Espíritu Santo usa la Palabra de Dios para revelarnos lo que el Señor desea que hagamos. Dejemos de inventar excusas y honrémosle con nuestra entera obediencia.
La obediencia ni aplaza ni cuestiona.
NPD/--DCE