De Ratones y Cristianos
Lectura: Hechos 20:17-32
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño para apacentar la iglesia del Señor….
–Hechos 20:28.
Alguien gritó: «¡Ahí va un ratón! ¡Atrápalo!» Pero el ratón desapareció metiéndose en un pequeño agujero del piso de la terraza de una cabaña. Así que pusimos una trampa. A la mañana siguiente, habíamos atrapado el ratón. (Los ratones no son muy inteligentes.)
Al día siguiente nos sorprendimos al ver un diminuto ratoncito arrastrándose por el piso. Unos minutos más tarde encontramos otro, y luego tres ratoncitos bebés más paseándose sin rumbo como si buscasen algo.
Habíamos atrapado a mamá ratona, y por eso los bebés estaban abandonando su nido en busca de su mamá y de comida. Estaban contentos siempre y cuando que mamá los alimentara, pero cuando les daba hambre, se inquietaban y empezaban a buscar algo para comer.
Los ratoncitos se quedan tranquilos siempre que estén bien alimentados. Eso le sucede también al pueblo de Dios, al que la Biblia se refiere muy a menudo llamándole ovejas. ¿Por qué tantos miembros de nuestras iglesias son atraídos por las sectas y los maestros del error? Son ovejas hambrientas que vagan buscando alimento en otro lugar. Cuando leo los anuncios de las iglesias en el periódico y veo cómo están alimentado a sus congregaciones, me sorprende que no haya más ovejas errantes.
Líder de iglesia, alimenta bien a tu rebaño. Y ustedes, miembros de las iglesias, cuidado con lo que tragan.
Un cristiano bien alimentado
no querrá merendar en el error.
NPD/--M. R. De Haan, M.D