Cómo Manejar El Temor
Lectura: Salmo 56
En el día que temo, yo en ti confío.
Salmo 56:3.
Hace varios años, mientras me encontraba acostado en la cama de un hospital, escuché a dos mujeres conversar en una sala de espera al otro lado de mi puerta. Evidentemente, el esposo de una de ellas estaba en una condición crítica. Ella había estado bajo una tensión nerviosa extrema y estaba muy preocupada por la recuperación de su esposo. Le dijo a su amiga: «¿Sabes?, cuando una está tan preocupada como yo, ¡no queda más remedio que fumar!»
Eso me puso a pensar en cómo manejan las personas sus temores. Algunos se refugian en el alcohol, otros recurren a la comida, y otros quieren estar siempre ocupados. El salmista nos dio una solución mejor para el problema del temor. Dijo: «En el día que temo, yo en ti confío» (Sal. 56:3). Es trágico cuando recurrimos a algo que no es el Señor para llenar el vacío o disimular el dolor que sentimos.
Si hemos depositado nuestra fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, podemos tener confianza en que nuestro Padre celestial nos ve en nuestras tribulaciones y ha prometido protegernos. En época de angustia, podemos colocar nuestra confianza en el Señor. Dios quiere que clamemos a Él de manera que pueda animarnos con su presencia y darnos su paz.
A medida que descanses en el Señor y dependas de Él hoy podrás decir, con el salmista: «En el día que temo, yo en ti confío.»
Cuando el temor toque a tu puerta, deja que sea la fe la que abra.
--RWD/NPD