Lectura: Salmo 139:1-18
Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día….
Salmo 139:12.
Durante dieciocho años la rutina es la misma. Cada noche, te aseguras de que cada uno de tus hijos está dormido antes de apagar las luces y cerrar las puertas. Puedes descansar tranquilo sólo cuando sabes que la familia está segura.
Entonces llega ese día en que tu hijo mayor deja la casa. Tal vez a una universidad en otra ciudad, como nuestra hija mayor. O quizás al servicio militar.
Por mucho que te preparaste para el día en que eso sucediese, esas primeras noches son las más difíciles. Ahora, cuando cierras la puerta y apagas las luces, ya no tienes la seguridad de saber dónde está cada hijo. Ya no puedes descansar tan bienÉ a menos que confíes en Dios.
En el Salmo 139, David escribió unas consoladoras palabras que nos pueden ayudar a todos los que tenemos que decir adiós a nuestros hijos cuando se van a hacer su propia vida. No podemos escapar de la presencia de Dios. Él está con nosotros, y con nuestros hijos, dondequiera que vayamos. Como padre cuya hija se encuentra a unos 500 kilómetros de distancia en una universidad, me anima pensar que cuando Dios apaga las luces por las noches, Él vigila a mi hija.
El Salmo 33:13 dice: «Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres.» Eso me ayuda a descansar tranquilo, incluso cuando uno de mis hijos no está en la casa.
Podemos poner a descansar nuestras mentes
porque la mente de Dios está sobre nosotros.
--JDB /NPD
Que bueno es saber que tenemos un Padre Grandioso que aun cuando estamos durmiendo el vela y cuida a nuestros hijos,siempre que se lo pngamos en sus manos.PORQUE SUS OJOS OBSERVAN LOS CAMINOS DEL HOMBRE,Y EL VE TODOS SUS PASOS.-Job 34:21.BENDICIONES.