Creyentes de la Tribulación— Siervos Sellados de Dios
Texto: Apocalipsis 7:1-17
Versículo clave: “Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Apocalipsis 7:13, 14
Durante el periodo de juicio más desastroso que el mundo haya visto, innumerables multitudes de personas llegarán a la fe en Cristo.
Independientemente de cuan seria sea la situación— Cristo es la solución.
UNA PRIMERA MIRADA
En el estudio anterior vimos la apertura de seis de los siete sellos del libro los cuales desarrollan el plan de Dios para toda la humanidad. Cuando el sexto sello es abierto, los hombres oran que las peñas les caigan encima y los maten. Para muchos este es un pronunciamiento de un destino indeseado y de tinieblas, pero tenemos que tener en mente que ésta es una revelación del programa de Dios. Aunque cuenta acerca de un momento de oscuridad, lleva a una gran luz y a un periodo de paz y prosperidad sin precedentes sobre esta tierra y hacia el fi nal de las edades celestiales.
Un cristiano verdadero no puede ser un pesimista jamás. Mientras reconocemos la realidad del pecado y del juicio por venir, confiamos que Jesús nos librará y nos guardará.
Aquí se lee una Escritura importante en 1 Tesalonicenses 5:9, 10: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”. Los hijos de Dios no tienen una cita con la ira de Dios, y sea que estemos vivos o muertos, viviremos juntos con Jesús.
También debemos recordar que Juan estaba en el cielo viendo estas cosas desde una perspectiva distinta. Mientras escribía esto, el tiempo no era lineal. Como en la mayoría de la literatura contemporánea, las escenas aquí fueron dadas para presentar mejor los eventos. Lo que vemos en el capítulo 7 es un tipo de intermedio divino y una escena retrospectiva antes que el séptimo sello sea abierto.
UNA MIRADA MAS CERCANA
I. Cuatro ángeles reteniendo
Apocalipsis 7:1-3
1. Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
2. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
3. diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Somos llevados de vuelta al comienzo de la apertura de los siete sellos para ver otro aspecto de la obra de Dios durante estos últimos siete años. Lo que vemos es el trabajo de un asombroso grupo de judíos operando en una manera poco común durante esta época.
Yo creo que la frase después de esto se refiere al orden en el cual Juan vio estas cosas, no necesariamente al orden de los eventos en sí mismos. Lo que Juan vio después fueron cuatro ángeles, o seres espirituales poderosos, quienes están en control de gobernar los vientos de la tierra. Se nos dice en Apocalipsis 1:1 que mucho de este libro está escrito “suponiendo” o en símbolos y de hecho, aquí vemos una mezcla de eventos literales y simbólicos.
Por ejemplo la frase “cuatro ángulos de la tierra” (versículo 1) se usa para simbolizar las cuatro direcciones mayores—norte, sur, este y oeste. Esto no significa que la tierra sea cuadrada y que literalmente haya ángulos de 90º en algún lado. Aún oímos esta expresión comúnmente usada y entendemos que es simbólica, no literal.
Los ángeles están reteniendo las fuerzas de lo que llamamos naturaleza. Cuando éstas sean desatadas, traerán gran destrucción a la tierra. La devastación de un tornado o huracán es un testimonio amplio del poder del viento para matar y destruir lo que el hombre ha hecho. Este es un cuadro de terrible juicio a punto de caer sobre la tierra.
Estos ángeles son mandados por otro ángel, ejerciendo presión sobre el sello o la autoridad de Dios para que retenga su poder de juicio hasta que ciertos siervos también sean sellados. Así como el ángel poderoso tiene el sello de Dios, el cual representaba la autoridad de actuar en nombre de Dios, así estos siervos tendrán un sello similar.
El sello de Dios se nos identifica en Romanos 8:16 y en Efesios 4:30. Ahí aprendemos que la presencia del Espíritu Santo en nuestros corazones es una marca inconfundible de la pertenencia de Dios. El sello puesto en la frente de ellos indica que estás personas permiten que el Espíritu Santo controle sus mentes.
Tienen la mente de Cristo, como escribió Pablo en Filipenses 2:5.
Sirven al Señor con la misma disposición y sacrificio que lo hizo Jesús durante su ministerio en la tierra. Se nos dice exactamente quiénes son.
II. Los judíos que son sellados
Apocalipsis 7:4-8
4. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
5. De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.
6. De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.
7. De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados.
8. De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
En la Biblia un sello indica pertenencia, autoridad y protección.
Aunque no se nos dice esto específicamente, lógicamente lo siguiente es que la multitud de gentiles de todas las naciones que se conviertan durante este periodo de tribulación es resultado
de los testimonios de estos judíos salvos y sellados. Mateo 24:14 también parece indicar que este es el caso.
En Apocalipsis 14:1 aprendemos que este sello tenía el nombre del Padre escrito en sus frentes. Este sello divino es lo opuesto a la marca de la bestia la cual el anti-Cristo les dará a sus
seguidores. Este sello protegerá a los judíos de los juicios que le harán daño a la tierra y al mar y a los árboles.
En todos los siglos y en todas las situaciones, Dios ha tenido un remanente fi el; fi el a su Palabra y a su causa. Elías pensó que estaba solo, pero Dios le recordó que siete mil israelitas fi eles
no se habían arrodillado ante Baal (1 Re. 19:18). Estos judíos salvos, sellados por el Espíritu Santo, son guardados durante este periodo como un remanente fi el de este periodo específico.
El número 144,000 simboliza perfección y plenitud, tanto de Israel como de todo el pueblo de Dios. Algunos sugieren que esto involucra tanto a Israel como a las iglesias, pero Dios es claro
aquí. Éstos son judíos e incluso se nos mencionan sus tribus.
Tenemos que recordar que para Dios no hay tribus perdidas de Israel. Puede que los judíos vivos actualmente puedan trazar sus ancestros hasta Jacob, o puede que no, pero Dios sí puede.
Sin embargo, nosotros tenemos que hacer frente al hecho que hay algunos misterios que no podemos conocer. ¿Por qué se incluye a Leví cuando no tenía herencia con Israel? ¿Por qué José se menciona, pero no Efraín? ¿Por qué se omite la tribu de Dan de esta lista, pero se incluye en Ezequiel 48:1? Hay muchas sugerencias y explicaciones que se han ofrecido a través de los años, pero la verdad es que no sabemos las respuestas.
Probablemente cualquier suposición que pudiéramos hacer estaría equivocada. Dios no nos revela todo, pero jamás debemos dejar que nuestra falta de conocimiento nos impida aprender lo que podemos aprender y obedecer lo que sabemos que es correcto sobre la Biblia.
Sí sabemos que los 144,000 judíos fi eles están específicamente sellados y separados del daño que de manera diferente caerá sobre la tierra en este momento. Esto no tiene precedentes. Durante las plagas en Egipto antes del éxodo, los judíos fueron inmunes a todas ellas excepto la última, la muerte de los primogénitos la noche de la Pascua. Una vez más, Dios protegerá a su pueblo de un desastre durante un momento de tribulación.
III. Los santos que son salvos
Apocalipsis 7:9-14
9. Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10. y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
11. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios.
12. Diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
13. Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14. Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
Juan ahora echó un vistazo al final de este periodo de tribulación y vio una gran multitud que había salido de la Gran Tribulación.
El libro de Apocalipsis tal vez es el primer libro jamás escrito que realmente tenga una perspectiva global. Abarca la tierra entera en un periodo en que unos cuantos hombres aún tenían un concepto de un mundo más allá de su entorno inmediato.
Juan vio el mundo entero. Jesús murió para redimir personas de todas las naciones, tribus y lenguas, y estas personas que Juan vio literalmente son de todas las partes de la tierra.
Una vez más, no hay duda alguna sobre la identidad de estas personas porque uno de los ancianos específicamente le dijo a Juan quiénes eran ellos. Éstos son gentiles que han sido salvos por su fe en Jesús durante el periodo de la Tribulación. Por confiar en Jesús estas personas han soportado gran dificultad hasta el sacrificio de sus vidas, pero por haberlo hecho ahora son recompensados.
Estos santos están de pie delante del trono, no sentados alrededor. En esta asamblea Juan obviamente no reconoció a ninguno. Si alguno hubiera sido contemporáneo de Juan, o si eran hombres como Moisés o Elías en el monte de la transfiguración, Juan los hubiera reconocido. El anciano sí identifica a estas personas para Juan y nosotros, pero aquí se da una descripción bonita e informativa de estas almas.
Primero, estaban de pie delante del trono, y fueron aceptados por el Cordero. Sus vestiduras blancas y sus palmas en las manos (hojas) simbolizan victoria. Estas personas habían soportado la tentación y el trabajo de Satanás durante un periodo en que la mayor parte del mundo estaba cautivado por su desánimo y maravillas engañosas.
Segundo, estaban alegres. Estaban cantando y regocijándose.
Estaban agradecidos por haber sido salvos y lo decían con una voz fuerte. Hay algo malo con un hijo de Dios que no puede alegrarse, aún en las horas más oscuras, por el simple hecho de ser salvo. De hecho nosotros necesitamos que el Señor nos devuelva el gozo de nuestra salvación.
Estas personas fueron recompensadas con el privilegio de pararse delante del trono y ser incluidos en este mensaje de Apocalipsis. Estos santos redimidos se unieron a los ángeles y a los ancianos en la gran alabanza y adoración a Dios y a su Hijo Jesús. Estas almas salvas son un testimonio de que Dios recordará la misericordia en la ira (Hab. 3:2). La Tribulación será un tiempo de pruebas sin precedentes en la tierra, pero los principios espirituales que operan hoy operarán también entonces. En todos los siglos, la salvación ha estado disponible por medio de la fe en Jesucristo, el Cordero de Dios. Estas almas son un testimonio de ese suceso.
Estas personas no se convirtieron porque fueran mejores que otras. No son más inteligentes, o más listas, que aquellos que perecen. La diferencia es que estas personas han lavado sus almas en la sangre del Cordero de Dios. Así como en el Egipto antiguo, la diferencia es la sangre del cordero inocente aplicada en los dos postes de nuestros corazones.
UNA PALABRA FINAL
Aún en la hora más oscura de la tierra tendrá lugar una gran cosecha de almas. Esta incontable multitud oirá el evangelio y será salva. Debemos tener cuidado de observar que esto no está enseñando que las personas que viven hoy, oyen, rechazan el evangelio y mueren perdidos, tendrán una segunda oportunidad de ser salvos.
Lamentablemente, aún hoy hay personas que prefieren a Satanás antes que a Jesús. En la Gran Tribulación habrá muchos que confíen en la bestia y no en el Señor. En ese entonces como hoy día, quienes pongan su fe en cualquier cosa que no sea el Cordero de Dios, perecerán. Hay un Dios y un solo Mediador entre Dios y el hombre y ese es Jesucristo. En todos los siglos, Jesús es el camino, la verdad y la vida y ningún hombre llega al Padre sino por Él.
En los versículos de cierre de este capítulo, leemos de un trono y de un templo. Estas citas son significativas. El hecho que ellos sirven al Señor día y noche sugiere que es una presencia terrenal en vez de las edades celestiales, donde no habrá noche. Lo más probable es que esto es una descripción de un reino milenial. Éste es el cumplimiento final de todos los mensajes de los profetas.
Israel florecerá como un hermoso vino y sus ramas alcanzarán todos los rincones de la tierra. Miles de gentiles estarán asociados con ellos, y tanto judíos como gentiles gobernarán bajo la autoridad del Gran Pastor quien dio su vida por sus ovejas.
PARA DISCUSIÓN:
1. Este capítulo enseña que multitudes incontables se convertirán durante la Gran Tribulación. ¿Podrían haberse salvado antes de la Tribulación? ¿Por qué sí o por qué no?
2. El origen de esta vasta multitud (versículo 9) es “de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas”. ¿Qué dice esto sobre el llamado mundial al evangelio salvador?
3. Pero esta vasta multitud ha sido martirizada por Cristo.
Hable sobre el valor y la fe necesarios para ser mártir por Cristo.
4. ¿Están siendo los creyentes martirizados por Cristo hoy?
Devocionales diariosD. — El Dios justo siempre hace lo correcto, Romanos 12:17-21.
L. — Profecía de los santos de la tribulación, Joel 2:28-32.
M. — Remisión a través del derramamiento de sangre, Hebreos 9:22.
M. — Ningún otro nombre, Hechos 4:12.
J. — Mi salvación hasta el fi n de la tierra, Isaías 49:6-8.
V. — Gozo en la presencia de ángeles, Lucas 15:10.
S. — Guardados por el poder de Dios, 1 Pedro 1:3-5.
queridos hermanos les saludo en el nombre del señor, soy un estudiande de un instituto,quesieras los estudios de apocalipsis les pido su fabor. cracoas.