Lectura: 2 Corintios 4:7-18
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
—Mateo 16:25.
La Biblia nos dice que hay una sabiduría que es locura y una locura que es sabia (1 Co. 1:20-25). Hay una ganancia que es pérdida y una pérdida que es ganancia (Fil. 3:7-9). Y hay una manera exaltada que hace caer y una humilde que conduce a la exaltación (Fil. 2:5-11).
Afirmaciones como esas parecen ser contradicciones, pero en realidad son paradojas. Una paradoja es una declaración que contiene dos verdades, que a primera vista parecen ser incompatibles.
Un psiquiatra se refirió una vez, sin saberlo, a una de las paradojas de Dios al comentar: «El mayor secreto de la salud mental se halla en las palabras: «El que quiera salvar su vida la perderá, y el que la pierda la salvará.» Y agregó: «No recuerdo quién dijo eso, pero es una gran verdad.»
¿Quién dijo eso? ¡Nuestro Señor Jesucristo! Nos dio ese principio en Mateo 16:25. Y el apóstol Pablo lo vivió cuando soportó incontables dificultades en beneficio de los demás (2 Co. 4:8-12). No obstante, Pablo sabía que aun cuando su cuerpo físico desfallecía, su espíritu estaba siendo renovado (v. 16).
No encontrarás tu más rica satisfacción hasta que no sacrifiques tu tiempo, fortaleza y recursos a la voluntad de Dios. «Pierde tu vida» por Cristo. ¡Entonces comienza a vivir de veras!
Cristo mostró su amor muriendo por nosotros;
nosotros mostramos el nuestro viviendo para Él.
-VCG/NPD