Manual del Propietario
Lectura: Salmo 119:1-8
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos!
—Salmo 119:5.
La Biblia se parece mucho al manual del propietario de un automóvil. Si el conductor no le da mantenimiento al auto siguiendo las instrucciones del librito que está en la guantera, tendrá problemas. Pero si sigue cuidadosamente dicha guía, disfrutará de muchos kilómetros sin problemas.
El teólogo J. I. Packer cambia la analogía, pero presenta el mismo argumento. En su libro en inglés Knowing Man [Conozcamos al hombre] dice: «Guarda la ley, y sirviendo así a Dios encontrarás libertad y delicia, porque la naturaleza humana está programada para hallar satisfacción por medio de la obediencia.»
No sabemos qué circunstancias motivaron al autor del Salmo 119. Indudablemente que ese autor era profundamente consciente de las consecuencias de la desobediencia, pero creo que también veía el lado positivo. Él sabía que los estatutos y preceptos de Dios eran la clave para una vida plena y feliz.
Estamos viviendo en una época en que la gente en todas partes hace lo que cree correcto a sus propios ojos (Jue. 21:25). La vida se ha vuelto vulgar, se ha deteriorado y carece de gozo. Lo que necesitamos es un regreso a las normas morales de las Escrituras.
Si queremos que nuestra vida marche bien, incluso en medio de las situaciones tormentosas y de las circunstancias difíciles, debemos apartar tiempo para estudiar el «Manual del propietario».
Tu vida marchará mejor
si vives «por el libro».
-DJD/NPD