La ley de Jehová es perfecta, Que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Los Mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, Que alumbra los ojos.
El temor de Jehová es limpio, Que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, Todos justos. -Salmo 19:7-9
La Biblia tiene más de una función en nuestra vida. El salmista da a las Escrituras seis títulos distintos, reflejando seis caras diferentes de una joya. Como “la ley de Jehová”, es la norma de Dios para la conducta humana. Como “el testimonio de Jehová”, es la revelación de Dios mismo, Dios dando testimonio acerca de quién es Él. Como “los mandamientos de Jehová”, es el mandato obligatorio y autorizado que Dios nos da. Como “el temor de Jehová, es un manual sobre adoración, enseñando cómo temer y adorar a Dios como es debido. Como “los juicios de Jehová”, las Escrituras nos dan los veredictos del divino juez, Dios mismo. La Biblia es todo eso.
Este salmo también nos habla del carácter de la Biblia. Es perfecta. La palabra hebrea significa completa, integral, lo abarca todo. También es fiel; algo digno de crédito, algo en lo que se puede confiar para recibir sustento. También es recta, dirige por el camino recto en lugar de conducir por el mal camino. Es pura. La palabra significa clara, transparente, que permite el paso de la luz. Es limpia, sin mancha, sin falla ni defecto, Por último, es verdad, absoluta verdad, la absoluta verdad. Qué testimonio para la Biblia: Es perfecta, fiel, recta, pura, limpia y verdadera.
Entonces el salmista nos dice lo que la Biblia hace. Convierte el ama, transformando todo el ser interior de la persona. Son palabras que cambian vidas. Hacen sabio al sencillo. La palabra hebrea para “sencillo” se refiere a una puerta abierta, porque a las personas ingenuas se les veía como si tuvieran las puertas de la mente abiertas de par en par. Permiten que entre todo, sin discernir pero nada se queda. A veces quiero decirle a una persona que se jacta de tener una mente abierta: “Tenga la bondad de callarse. Está permitiendo que todo entre y salga. Necesita discernir mejor”. La Biblia toma a los ingenuos, que no saben la diferencia entre lo que deben valorar y lo que es basura, y los hace sabios.
La Biblia no solo trae sabiduría; también alegra el corazón. Los principios del Señor para la vida son la verdadera fuente de gozo para el corazón humano. Alumbra nuestros ojos, permitiéndonos ver lo que no podíamos ver, haciendo comprensibles las cosas confusas. Permanece para siempre. Podemos confiar en que no es necesario actualizarla para cada cultura. Es siempre importante. “Secase la hierba, marchítese la flor; mas la palabra de Dios nuestro permanece para siempre” (Is. 40:8). Su Palabra es plenamente justa, produciendo en nosotros una justicia integral que nunca pudiéramos lograr por nuestra cuenta. ¡Qué libro tan asombroso! ¡Qué razón para alabar a nuestro Dios
Extraído del libro, “El corazón de la Biblia” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.