Lectura: Isaías 57:14-21
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová….
—Jeremías 9:24.
Me angustia el que tantos sermones y libros hoy día estén exclusivamente dedicados al desarrollo de técnicas sobre cómo ayudar a la gente a salir adelante con las dificultades, los problemas y las luchas de la vida. Hay lugar, por supuesto, para predicar sobre los asuntos de la vida diaria y para los libros que enseñan «cómo hacer» tal o cual cosa. Pero si no le enseñamos a la gente las grandes verdades bíblicas de Dios, su poder, su soberanía, su gracia y su salvación por medio de Cristo, se quedan sin ayuda para edificar un sólido fundamento espiritual en sus vidas.
Cuando aceptamos la realidad de estas grandes verdades teológicas tenemos una base sólida para una vida piadosa. Una vez conocemos y entendemos al Señor, a quien Isaías llamó «Alto y Sublime» (Is. 57:15), obtenemos una estabilidad en la vida que es esencial para cualquier dificultad que podamos encontrar.
Pero, ¿qué es lo primero que se sugiere cuando un matrimonio se está viniendo abajo? Ver a un consejero matrimonial. Unirse a una terapia de grupo. Leer un libro popular acerca del éxito en el matrimonio. Estas propuestas tienen cierto mérito, pero el primer paso en la resolución de un problema es asegurarse de que tenemos una correcta relación con Dios, y luego buscar su sabiduría.
Señor, ayúdanos a mirarte a Ti y a tu Palabra como primer paso en la resolución de nuestros problemas.
Hay muchos libros que pueden informar,
pero sólo la Biblia puede transformar.
-HVL/NPD