Lectura: Miqueas 4:1-8
… no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.
Miqueas 4:3.
La famosa obra de Darwin, El origen de las especies, tiene el subtítulo La preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. Darwin veía el progreso humano como algo inevitablemente ligado al conflicto, donde el fuerte vence al débil.
Ésta fue la base de la ideología nazi. Puesto que Adolfo Hitler creía que los arios (blancos no judíos) eran superiores a todos los demás, procuró eliminar a todos los que no fuesen arios.
El marxismo promueve la lucha de clases, en la cual el proletariado (la clase trabajadora) debe destruir a la burguesía (los dueños de propiedades). Algunos llaman a esto «el darwinismo social».
El profeta Miqueas rechazó toda idea de una raza superior. Visualizaba el día en que las bendiciones que Dios derramó sobre Israel, una nación favorecida con una relación especial con Él, se compartirían con todas las naciones del mundo. El único propósito de Dios de revelarse a Sí mismo a los judíos fue comunicar su mensaje de salvación, transformador de vidas, a todas las naciones.
Los cristianos deben deplorar la eliminación de cualquier clase de gente. Debemos desear y orar para que todo el mundo, incluyendo a los que nos aborrecen o desafían las leyes de Dios, crean en Jesús y compartan la maravillosa salvación que Él ofrece.
Nadie es tan bueno ni tan malo
que califique para la salvación.
-HVL/NPD