Se Preparó Para Partir
Texto: Juan 13:31—14:14
Versículo clave: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”.
Juan 14:2
Jesús glorificó al Padre a través de su vida y su muerte. Él ofrece vida eterna, su presencia, poder y lugar en el cielo para todo el que venga a Dios por medio de Él. Sólo Él es el camino.
UN VISTAZO PRELIMINAR
Jesús estaba con sus discípulos en el mismo aposento donde lavó sus pies cuando se dieron las lecciones enseñadas aquí.
Pero algo importante había sucedido. Judas se había ido del aposento. Juan nos dice que estaba oscuro cuando esto sucedió.
Estaba oscuro en el mundo y estaba oscuro en el corazón de Judas. De cara al maravilloso ejemplo de humildad de Jesús, Judas había salido para traicionarlo. Él no había entendido para nada la vida de Jesús ni sus enseñanzas.
Tan pronto Judas se fue, Jesús comenzó a preparar los corazones de sus discípulos para su muerte, sepultura y resurrección que se aproximaba y para su regreso al cielo. Con unas cuantas palabras Jesús cambió el tema de humildad y servicio a la gloria de Dios. No hay contradicción aquí. Aquellos quienes realmente buscanla gloria de Dios serán humildes y sumisos en su servicio a Dios y en su compañerismo.
A menudo oímos las palabras consoladoras del capítulo 14 de nuestro texto. Estas palabras son poderosas y reconfortantes por sí solas. Contienen algunas de las más grandes promesas en la Biblia, pero son aún más sorprendentes cuando las observamos cómo fueron dadas.
La idea aquí es perspectiva. Desde la perspectiva humana, el ministerio de Jesús era una causa perdida. Él moriría pronto y Judas estaba simplemente abandonando un barco que se estaba hundiendo. Pero desde el punto de vista de Dios, la gloria de Dios estaba a punto de ser dada a conocer a todos los hombres.
Jesús no solo se estaba acercando al momento culminante de su propia vida sobre la tierra, sino que se estaba acercando al momento culminante de toda la historia humana. La cruz de Cristo es el momento que define todos los asuntos de la humanidad. Aún en este gran momento, Jesús todavía se preocupaba por aquellos que había llamado a seguirle, y les instruyó paciente y tiernamente en cuanto a los días que estaban por delante.
UNA MIRADA MÁS CERCANA
I. Un nuevo mandamiento
Juan 13:31-35
31. Entonces, cuando hubo salido, dijo Jesús:Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en él.
32. Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará.
33. Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros:A donde yo voy,
vosotros no podéis ir.
34. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
35. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
En el Sermón del Monte, Jesús advirtió sobre echarles las perlas a los cerdos. Él puso en práctica esa advertencia esperando hasta que Judas se hubiera ido para enseñar estas verdades a sus discípulos. Su primer tema fue la gloria de Dios.
Desde el punto de vista humano, los siguientes días de la vida de Jesús, y su próxima muerte fueron momentos de terrible fracaso. Estas palabras serían despreciadas y rechazadas por los hombres, y Él moriría de una terrible muerte en la cruz. De todos aquellos que Jesús había ayudado y enseñado, sólo unos cuantos estarían con Él en esta hora oscura. Al final, aún Dios lo abandonaría. Pero desde el punto de vista divino, ésta era la hora para la cual Jesús había venido al mundo. La cruz ocupa el centro de la historia de la humanidad. Jesús se mantuvo firme como un “Cordero inmolado desde la fundación del mundo” (Apocalipsis 13:8), y todo el cielo estaba esperando que se cumpliera este evento que llegaría a ser historia.
Ahora vemos la cruz como un punto definido en la existencia humana. Nosotros hacemos esto sin siquiera comprenderlo.
Cuando vemos un calendario, indica a.C. o d.C. La línea divisoria entre los dos es la vida y la muerte de Jesús.
El deseo y la meta de Jesús fue glorificar al Padre y que Dios fuera glorificado en Él. Él logró esto de la misma manera en que sus seguidores lo han hecho a través de los años. Dios es glorificado cuando hacemos su voluntad. Jesús glorificó a su Padre mientras estuvo en la tierra completando la obra que Dios le había dado a hacer. Ahora iba a la cruz a morir por los pecados del mundo, y al hacerlo, estaba actuando en obediencia a su Padre y glorificándole.
La sencilla verdad de 1 Samuel 15:22 es que la obediencia es mejor que cualquier otra cosa que podamos ofrecerle a Dios. En los próximos días Jesús tendría muchas oportunidades para anteponer su voluntad a la voluntad de Dios. Pero pasaría todas las pruebas, y Dios sería glorificado en su muerte así como Dios había sido glorificado en la vida de Jesús.
Entonces Jesús les dijo a sus discípulos que ellos lo buscarían pero que no podrían encontrarlo. Anteriormente en dos ocasiones les había dicho esto a los judíos. Jesús les dijo a quienes fielmente le habían seguido por tanto tiempo que ahora Él debía continuar solo. Sus discípulos no podían ir donde Él iba. Al final estarían juntos nuevamente, pero por un tiempo Jesús debía andar solo.
Luego Jesús les dio a los discípulos un nuevo mandamiento.
Este mandamiento no era nuevo en el sentido que no hubiera sido enseñado con anterioridad. Ésta no era la primera vez que Dios le había enseñado a la gente a amarse entre sí. Levítico 19:18 nos enseña que nosotros debemos amar a nuestros enemigos así como nos amamos a nosotros mismos. Este mandamiento era nuevo en el sentido que una vez que Jesús muriera en la cruz, el amor tendría un nuevo significado.
Cuando el Espíritu Santo vino, el amor tomó un nuevo poder.
Jesús no solo ama a otros como se amaba a sí mismo. Él los amó más que eso. Su amor fue más allá de la capacidad del amor legal o humano. Jesús amó con el amor divino auto-sacrificial disponible sólo como un regalo del Espíritu Santo (1 Corintios 13:13).
El poder de este amor se enseña en la asombrosa verdad en el versículo 35. Si ejercitamos el amor que Dios da entre nosotros, todo el mundo sabrá que somos discípulos de Jesús.
Este amor es exclusivo. No se encuentra en el mundo y no se encuentra en otras religiones. Este tipo de amor es un regalo de parte de Dios, y se da a aquellos que ponen su fe personal en Jesucristo.
Es lo mejor que podemos hacer por un mundo perdido y moribundo.
II. La pregunta de Pedro
Juan 13:36-38
36. Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió:A donde yo voy, no me puedes seguir ahora;mas me seguirás después.
37. Le dijo Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti.
38. Jesús le respondió: ¿Tú vida pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo:No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.
Pedro no quería que Jesús le lavara los pies, y ahora Pedro no quería que se le dijera que no siguiera a Jesús. Pedro de una forma impulsiva cuestionó a Jesús sobre lo que estaba haciendo y ahora cuestionó lo que Jesús estaba enseñando. La pregunta de Pedro era “¿Por qué?” Es una característica de la naturaleza humana que queramos hacer las cosas que se nos niegan. Dígale a alguien que no haga algo, o que no puede hacer algo; o lo que es peor aún, desafíelos a hacer algo y el resultado será toda clase de estupideces.
No cabe duda que Pedro había dado por sentado su seguimiento a Jesús. Simplemente había asumido que iría donde Jesús fuera y estaría en todo lo que Jesús hiciera. Ahora Jesús claramente le dijo a Pedro y los otros que ellos no podían ir en este momento donde Él iba a ir.
Pedro añadió a esto haciendo una declaración precipitada y rápida. Prometió dar su vida por Jesús. En el momento Jesús no tenía idea que se le requeriría que realmente pusiera su vida sobre la línea. Es fácil ofrecer sacrificar cosas que usted cree que jamás tendrá que entregar. Pero Jesús sabía lo que estaba por delante, y Él le dijo a Pedro que en cuestión de horas, él lo negaría tres veces.
Pedro de hecho hizo lo que Jesús dijo. Pedro no estaba pensando en los pruebas posibles en las horas por delante, pero Jesús sí. Jesús sabía que le esperaba a Él y a sus discípulos y estaba tratando de preparar los corazones de estos a quienes amaba para los tiempos difíciles que estaban por delante.
Es evidente que Pedro no puso atención a lo que Jesús enseñó aquí. Cuando Jesús fue arrestado en el huerto, Pedro lo siguió aunque Jesús claramente les había dicho a los discípulos que en ese momento no podrían ir donde Él iba. Pedro entonces se encontró a sí mismo en el patio del sumo sacerdote, y ahí fue donde primero negó a Jesús. Si Pedro le hubiera puesto atención a Jesús, no hubiera intentado ir donde Jesús iba.
Cuando leemos nuestras Biblias estamos leyendo la Palabra de Dios, no las opiniones de los hombres. Dios sabe lo que está haciendo y el mejor curso para nuestras vidas es entender e implementar la Palabra de Dios en nuestras vidas de la manera más perfecta que podamos. Dios nunca nos pide consejo ni voto en lo que está haciendo. Él sólo nos pide que creamos en Él y que obedezcamos lo que nos ha enseñado.
III. Una esperanza viva
Juan 14:1-4
1. No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3.Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
4.Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Jesús sabía que los eventos de las últimas horas habían alterado a sus discípulos. Él amaba a estos hombres, y por amor, les dio a ellos y a nosotros las palabras reconfortantes de este pasaje. Nosotros tenemos una opción en cuanto a los corazones atribulados. No tenemos opción en cuanto a los problemas que se nos presentan, pero siempre tenemos una decisión en cuanto a cómo reaccionamos ante ellos. Jesús nos dijo cómo tener un corazón tranquilo en medio de una situación difícil.
Primero, debemos comprender que al final vamos para el cielo. Jesús enseñó que Él iba hacia donde los discípulos no podían seguirlo. Esto era difícil. Pero entonces les dijo que todos estarían juntos en el futuro. Jesús enseñó que el cielo era un lugar verdadero y que personas reales estaban ahí. El cielo no es sólo un concepto, o una dimensión; es un lugar. Dios está preparando un lugar donde more todo aquel que crea en Jesús.
El significado detrás de estas lindas palabras es que Dios está preparando un hogar para nosotros en el cielo. Sabiendo que esto cambiaría su vida.
Entonces Jesús les dijo que volvería a llevárselos. Esto es reconfortante. Jesús no enviará a un ángel para llevar a cabo la resurrección. Él vendrá personalmente a reunir a los que son suyos. Jesús no solamente señaló el camino al cielo; Él es el camino. Su anhelo es que estaría por la eternidad con aquellos que eran suyos. Ésta es una maravillosa promesa para los corazones atribulados.
Jesús les dijo que estos hombres sabían hacia dónde iba Él, y ellos sabían el camino para llegar ahí. Jesús estaba hablando sobre las cosas espirituales, pero sus discípulos todavía estaban pensando en las cosas físicas.
IV. La pregunta de Tomás
Juan 14:5, 6
5. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
6. Jesús le dijo:Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Tomás sacó a relucir una pregunta obvia. Él no sabía dónde iba Jesús y no sabía el camino para llegar ahí. La forma en que Tomás pensaba era terrenal y la enseñanza de Jesús era espiritual.
Jesús no reprendió a Tomás. En vez de eso, le recordó una verdad importante por encima de todo. Jesús es el camino, la verdad y la vida. Nadie viene a Dios excepto por medio de Él.
Ésta es la verdad y aceptarla cambiará su vida permanentemente. Jesús no es una opción entre alternativas. El cristianismo es una de las religiones más grandes del mundo.
Jesús no es otro camino al cielo. Jesús es el único Hijo Unigénito del Dios vivo. No hay otro Hijo y no hay otro camino para la paz eterna. Este pensamiento fue una respuesta adecuada para la duda de Tomás.
UNA PALABRA FINAL
En este mundo atribulado y en nuestras vidas atribuladas, hay muchos caminos difíciles y cansados por los cuales debemos viajar; pero todos estos caminos son soportables sabiendo que llevan al hogar. La certeza que tenemos un hogar celestial al final de la vida nos permite soportar lo insoportable, amar a los antipáticos, estar gozosos en medio de la tragedia y tener éxito en darle honor a nuestro Padre, sin importar cuáles sean nuestras situaciones o circunstancias.
Las ideas que Jesús compartió con estos hombres a quienes amaba fueron las mismos que lo instaron a Él personalmente.
Hebreos 12:2 declara: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Jesús sabía que le esperaban terribles pruebas delante de Él, pero también sabía que después de la cruz, estaba la resurrección y una reunión gozosa, no sólo con estos discípulos cansados sino también con el cielo mismo. Esa idea todavía da consuelo a los corazones de todos aquellos que creen en Jesús y aceptan su verdad.
PARA DISCUSIÓN
1. ¿Cómo cree usted que se sintieron los discípulos cuando Jesús anunció su partida?
2. ¿Por qué cree usted que la señal que prevalece del verdadero discipulado es el amor entre los hermanos?
3. ¿De qué maneras pueden los miembros de la iglesia demostrarse el amor entre ellos? ¿Cómo se hace visible?
4. De las promesas de Dios en Juan 14:1-6, ¿Qué cree que les dio más consuelo a los discípulos? ¿Qué le da más consuelo a usted?
Devocionales diarios
D. —El nuevo mandato puesto en práctica, 1 Juan 3:10-14.
L. — Jesús y el Padre son uno, Juan 14:7-14.
M.— Su ofrenda por el pecado, Isaías 53:10-12.
M.— Practique el amor fraternal, Romanos 12:9, 10.
J. — El único camino a Dios, Hebreos 10:19-22.
V. — La verdad está en Jesús, Efesios 4:21-24.
S. — La vida está en el Hijo, 1 Juan 5:11, 12.