Tener excusas
Olvidar tradiciones que unen y fortalecen las lazos familiares
No dar suficientes abrazos
Dejar de volar cometas con los niños
Llamar a tus familiares solo cuando hay problemas
Planchar la ropa interior
Dejar que las malos entendidos destruyan las relaciones
Guardar los platos buenos para las ocasiones especiales
Pelear por ser el primero en la línea
Ignorar las necesidades de los menos afortunados
Pensar en un halago y no decirlo
Dejar de cortejar después del matrimonio
Desaprovechar los talentos que Dios te ha dado
Tratar de amoldar a alguien a tu manera de ser
No apreciar el olor de la yerba recién cortada
Olvidar la alabanza a un buen deportista
No mirar a los ojos de la persona con quien se habla
Actuar irrespetuosamente con una persona joven o mayor
Desaprovechar los modelos de comidas que ofrecen en los mercados
Mezclar muebles de brocado blanco con los nietos
No reconocer el confort del Salmo 23
Parar de enviar notas escritas a mano
No pedir excusas cuando marca el teléfono equivocado
Quejarse a la hora en que el tráfico se para ¡Cante!
Adorar a algo más que a Dios
Evitar conocer a alguien más
Tomarse solo fotos en “pose”
Quejarse de sus hijos cuando otros anhelan tener alguno
Traicionar sus votos matrimoniales
Que cada cabello siempre esté en su lugar
No usar nunca seda
Elegir un programa de televisión en lugar de ver una caída del sol
Olvidar los olores de los libros y lápices con la punta recién sacada de septiembre
No jugar suficiente con sus niños pequeñitos
Romper una compañía sin una buena despedida
Enterrarse debajo de un montón de papeles
Mirar a otros por debajo de su nariz
Pronunciar palabras groseras
Ejercitar músculos fruncidos
Tragarse las palabras “Lo siento”
Mandar a callar a los niños cuando cantan
Dejar de tomar esas vacaciones soñadas algún día
Quejarse del estado del tiempo
Llegar a conclusiones muy rápido
Del libro Life’s too short to Live Only for the Weekend by Judy Morrow.
Pues si que es corta para tales cosas.