Digno es el Cordero—el libro siete veces sellado
Texto: Apocalipsis 5:1-14
“Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.” Apocalipsis 5:13
El propósito primordial de nuestra existencia es el de glorificar a Dios por medio de la adoración, el servicio y la alabanza.
Será nuestra ocupación en la eternidad. Él es digno de la suprema alabanza y el mayor sacrificio.
UNA PRIMERA MIRADA
Juan fue llevado al cielo para que viera cosas que sucederían después de la edad eclesiástica. Ahora, Juan estaba viendo la tierra desde el punto de vista del cielo. La razón en realidad es bastante simple. El fi n de la era eclesiástica también marcará el fi n de este mundo que conocemos. Pedro predijo que los cielos y la tierra presentes están reservados para un juicio de fuego (2 P. 3:7). La perspectiva desde la tierra durante este tiempo es de una fatalidad sin esperanza y una destrucción permanente. El panorama desde el cielo es distinto.
Primero, Juan vio la majestad y la gloria de Dios. El cuadro en el capítulo 4 es sobre la adoración de Dios el Creador. Ahora, en el cuadro del capítulo 5 el tema cambia de adoración a Dios el Padre a adoración a Dios el Hijo, el Redentor. Es nuestro honor y privilegio el adorar a Dios en ambas manifestaciones.
Conforme vamos estudiando el resto de este libro tenemos que tener en mente que Dios cambia su manera de tratar con los hombres. Dios mismo no cambia. Él es el mismo hoy, como lo será mañana; pero Dios sí cambia la manera en que trata con los hombres. Hasta ahora, Dios ha extendido su gracia a la humanidad y a este mundo caído. Hoy vivimos en la era de la gracia, pero esta era rápidamente se terminará. Apocalipsis describe un tiempo de juicio de Dios.
La naturaleza de nuestra justicia demanda justicia. Dios es paciente y amable. Él nos da muchas oportunidades para llegar al conocimiento de la verdad, al arrepentimiento de nuestros pecados y a poner nuestra fe en Jesús. Sin embargo, al fi nal tiene que haber una rendición de cuentas y un juicio. Éste es el tema del libro de Apocalipsis.
UNA MIRADA MÁS CERCANA
I. El rollo sellado siete veces
Apocalipsis 5:1-4
1. Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
2. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
3. Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
4. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Juan vio un libro, o un sello, en las manos de Dios. Este libro estaba escrito a ambos lados. Este rollo tenía las respuestas a todas las preguntas que los hombres habían hecho. Para siempre este rollo resolverá el gran dilema de la humanidad. Cuando sea abierto y leído y sus profecías se cumplan, todos los problemas que jamás haya tenido la raza humana serán permanentemente resueltos.
Cuando ambos lados de un rollo era usado, indicaba que era un mensaje completo e importante. El volumen de la información contenida en el sello nos dice que era un relato complejo y complicado, y veremos que de hecho este es el caso. También es importante que ése fuera un mensaje escrito, no oral. Cuando las cosas están escritas, son definitivas. Pilato dijo algo similar en Juan 19:22. Jamás nada cambiará la información contenida en este rollo.
Entonces un ángel hizo una pregunta de los siglos. ¿Quién es digno de abrir este rollo y dar las respuestas a todos los problemas humanos? De una u otra manera los líderes han estado dando pasos hacia adelante por siglos tratando de responder esa pregunta; no obstante, ninguno de ellos, pequeño ni grande, ha tenido jamás la respuesta. Reino tras reino ha surgido y aún así, aún estamos sumidos en los mismos problemas que han acosado a la humanidad desde el principio. No hay duda alguna de porqué Jesús lloró. Él estaba mirando el libro que contenía los secretos de los siglos; estaba tan cerca y sin embargo tan lejos, debido a que nadie era digno de abrir el libro y revelar la información que contiene.
De repente, así como apareció, el problema se resolvió.
II. La autoridad para abrir los sellos
Apocalipsis 5:5-7
5. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha venido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
6. Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
7. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
Uno de los veinticuatro ancianos que rodeaban el trono de Dios le dijo a Juan que dejara de llorar. Ningún hombre podía abrir ese libro, pero eso no signifi ca que no pudiera ser abierto. El anciano usó dos títulos para identifi car a Jesús. Él es el León de Judá y la raíz de David. Ambos términos se refieren a las profecías del Antiguo Testamento. Ambas se refieren al Rey de los judíos, el título exacto que Pilato sin querer había inscrito sobre la cruz.
Ahora algo asombroso sucedió. Juan se volvió y no vio a un león poderoso; más bien vio a un cordero que no era joven ni saludable.
Juan vio un cordero muerto; un cordero que parecía haber sido asesinado. Las marcas de muerte aún estaban sobre el Cordero de Dios. El león representa la majestad y el poder, el reino y la autoridad de Jesús. El cordero representa la sumisión de Jesús y la humildad. Aquí está el cuadro perfecto de Jesús. Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Él conquista como el león sometiendo al cordero a la voluntad de Dios.Filipenses 2:5-8 nos da una perspectiva hacia el carácter de Jesús, tanto como león como de cordero. Como el león de Dios, para Él no era malo ser igual a Dios, pero tomó sobre sí la forma de un siervo y fue obediente hasta la muerte como un cordero sacrificado. El resultado es que El se convierte en el gobernador de todos. Y en su debido momento todos los hombres se inclinarán ante su nombre y toda lengua confesará que Él es Señor de todo.
¡Qué cuadro!
El cordero tiene siete cuernos y siete ojos. Los cuernos en las Escrituras representan poder y autoridad y el siete es el número de plenitud o terminación. El Cordero tiene el poder absoluto debido a su obediencia a la voluntad del Padre. Jesús mismo declaró esto en Mateo 28:18: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”.
Siete ojos indican una inteligencia y un discernimiento totales.Jesús tiene una comprensión completa y el control de todos los eventos de la historia humana. Lo que le llamamos historia es en realidad la historia de Jesús. Estas dos características, el poder completo o autoridad derivados del Padre y el conocimiento absoluto de la humanidad, son las cualidades para abrir el libro y revelar a la humanidad lo que contiene. El Cordero tomó el libro de mano del único en el trono y procedió a abrirlo.
III. La reacción de las bestias y los ancianos
Apocalipsis 5:8-10
8. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
9. y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10. y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Cuando el Cordero tomó el libro, aquellos alrededor del trono comprendieron que se iban a revelar eventos trascendentales, y espontáneamente comenzaron a alabar al Cordero. Cada uno de estos ancianos tenía un arpa y copas de incienso las cuales eran las oraciones de los santos. El centro de la adoración es el Cordero que fue inmolado.
Las arpas se usan en la Biblia para simbolizar la música inanimada de la creación. Juan vio que todas las criaturas y toda la creación misma comenzaron a alabar al Señor porque Jesús abriría estos sellos. Así como vibran las cuerdas de un arpa en armonía, con cuerdas vibrando y haciendo música aún cuando no están específi camente afi nadas, así todos los elementos de la creación resonarán en una adoración armoniosa a Jesús con cada elemento fi nalmente cumpliendo su propósito divino.
De manera interesante, los ancianos también presentaron oraciones de los santos. El cielo entiende que los salvos en la tierra contribuyen a la obra redentora. Jesús perfectamente ha puesto el fundamento, y nosotros construimos sobre el mismo cuando oramos. Cuando estamos preocupados por algo y llevamos ese asunto delante del trono de la gracia de Dios, estamos haciendo posible una aplicación de la gracia de Dios a esa situación. Sus oraciones son una parte del programa de Dios. Jamás olvide eso.
Estos veinticuatro ancianos entonaron un nuevo canto. El canto de redención era nuevo para los ángeles porque jamás habían sido redimidos. Ellos habían aprendido de la redención viendo la gracia de Dios aplicada a los pecadores en la tierra. Ahora se unen entonando este nuevo canto porque la redención fi nalmente ha llegado a toda la creación alrededor del mundo.
Jesús era digno de abrir el libro, no porque fuera un gran hombre o porque enseñara una gran verdad. No porque obrara milagros o porque hiciera grandes obras. Es porque Él murió. Nosotros, quienes merecíamos morir, somos salvos porque Él murió por nosotros. Vivimos porque Él derramó su sangre por nosotros.
¡Qué Salvador más maravilloso! Entonces, el universo entero es alcanzado en gran asombro ante el amor sacrifi cial de Jesús. El canto de creación se ha convertido en el canto de redención.
IV. La respuesta de toda la creación
Apocalipsis 5:11-14
11. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
12. que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
13. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Incontables criaturas celestiales ahora se unen con los ancianos en este gran canto de redención. La gran cantidad dada aquí no es un dato específico, sino una indicación de que este canto es universal a través de un vasto universo de seres creados.
El canto es sencillo y fuerte. El versículo 12 es el primer verso del canto y el versículo 13 contiene el segundo verso. Ambos son alabanzas por la obra y la majestad de Jesús. Ellos alaban a Jesús por quien Él es, por dónde está Él, por lo que está haciendo y por lo que ya ha hecho. El canto fue cantado por toda tribu, en todo idioma, por todas las personas de todas las naciones. Aquí está toda la humanidad incluida. Toda criatura en el cielo, en la tierra y aún debajo de la tierra entona este canto. Todos en el cielo conocen a Jesús. Al fi nal, todos en la tierra y aún aquellos en el infi erno también reconocerán su poder y su gloria. Entonar este canto no signifi ca que quienes estén bajo la tierra sean salvos; simplemente significa que incluso el infi erno al fi nal reconocerá y admitirá la verdad. Muchos de quienes se burlan de las Escrituras y se ríen de la idea de una Biblia sin errores, un día admitirán que estaban equivocados y sus vidas habrán sido un desperdicio.
Cuando el libro de los siete sellos sea abierto, todas las ilusiones y fantasías de la vida se acabarán y la verdad será revelada. Esa verdad será Jesús, el Salvador del mundo, el Cordero asesinado desde la fundación del mundo.
Las cuatro criaturas dijeron, “Amén” (versículo 14) y los ancianos se arrodillaron y adoraron al único que vivía, estaba muerto y ahora vive para siempre. Debido a su muerte en la cruz y a su obediencia a la Palabra de Dios, Jesús es eternamente digno de recibir poder, riquezas, sabiduría, fortaleza, honor, gloria y bendición. Si cualquiera de estas cosas nos parecen atractivas, podemos tenerlas siendo obedientes a nuestro Padre Celestial, y aún obedientes hasta la muerte si fuera necesario. ¿Permanecerá fi rme usted con aquellos que alegremente confi esan que Jesús es el Señor? O ¿Será usted uno de los que admitan más reaciamente que Él está en lo correcto y usted está equivocado?
UNA PALABRA FINAL
Pedro escribió: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir…no con cosas corruptibles, como oro o plata . . . si no con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P. 1:18, 19). Este canto en el cielo es una hermosa alabanza de ese glorioso hecho. Jesús es nuestro Redentor, y como tal, Él tiene el poder y la autoridad que sobrepasan todos los demás poderes del cielo y de la tierra.
Juan lloró porque él estaba tan cerca de entender los secretos del universo, pero nadie más podía abrir los sellos del libro.
Jesús no solo tiene la autoridad; Él tiene el poder para abrir el futuro y revelárnoslo a nosotros. Éste es el gran propósito de Apocalipsis. Al ver estos sellos abiertos veremos hacia el futuro.
Con Dios, el futuro es igualmente conocido que el pasado para nosotros. Si usted está seguro del ayer, igualmente puede estar seguro del mañana.
El gran plan eterno de Dios pronto será cumplido y el mundo fi nalmente será liberado de la esclavitud del pecado y la muerte.
Un día el Cordero de Dios romperá los sellos y pondrá en movimiento los eventos que al fi nal llevarán a su venida a la tierra y al establecimiento de su reino.
Conforme estudia estos hermosos versículos de este servicio de adoración celestial, ¿ve su propio corazón diciendo “Amén a lo que Juan vio? Usted puede creer en Dios como el Creador, pero ¿ha confi ado en Jesús como su Redentor? Si no lo ha hecho, confíe en Él ahora y sea salvo eternamente.
PARA DISCUSIÓN
1. ¿Cuál es el objetivo fi nal de los cristianos ahora? ¿Cuál debería ser?
2. Al mirar en el texto la adoración santa y celestial del Cordero, ¿cuáles son sus impresiones?
3. ¿Qué puede hacerse para mejorar la atmósfera de nuestros servicios de adoración?
4. ¿Cree usted que Dios espera un tipo similar de adoración y alabanza de parte nuestra? ¿Por qué sí o por qué no?
Devocionales diarios
D. —Digno es el Cordero, Filipenses 2:9-11.
L. — Profecía del León de Judá, Génesis 49:8-10.
M. — La raíz de David, Isaías 11:1-10.
M. — Hijo del Altísimo, Lucas 1:31-33.
J. — Nuestro único Redentor, 1 Pedro 1:18, 19.
V. — La redención de la gracia, Romanos 3:24-26.
S. — Comprado a un alto precio, 1 Corintios 6:19, 20.