Estar Enamorado y Amar

Lectura base: 1 Corintios 13

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” (Juan 15:13)

El mes de febrero puede ser considerado “el mes del amor,” pero los vientos fríos de la realidad frecuentemente enfrían el amor cálido de los enamorados. Una reciente encuesta reveló que el 49% de los entrevistados dijeron que el deseo de las feministas por igualdad ha afectado negativamente el elemento romántico del amor. Sin embargo, un gran número de personas todavía cree que el verdadero amor está vivo y en buenas condiciones, y que al final de cuentas este amor prevalecerá.

Si le preguntaran, “¿Cree usted que el amor desempeña la misma función en el matrimonio hoy como hace 20 años? Cómo respondería? Cuarenta y siete por ciento de los que respondieron a esa pregunta, respondieron que sí juega el mismo papel. Sin embargo 33 por ciento dijeron que no era un elemento tan importante y el 16 por ciento sostuvo que en la actualidad desempeña un papel aun más importante que en el pasado. Interesante verdad!

¿Cuán perdurable es el amor en el matrimonio? Más de 90 por ciento creen que perdura por todo el matrimonio o que es reemplazado por un amor aun más profundo, uno que no es tan romántico pero más realista y perdurable. Solamente seis por ciento cree que el amor es superficial y que al final es reemplazado por aburrimiento. “En pocas palabras,” los investigadores concluyen, “la mayoría acepta un concepto idealizado del matrimonio, uno que contrasta con las frías evidencias encontradas en el mundo actual.”
Pregunto: “¿Estar enamorado” es lo mismo que amar a alguien? ¿Acaso hemos puesto tanto romance al amor que queremos que equivalga a una respuesta emocional que está muy lejos de la vida real, que vaya más allá de los días de enamoramiento y de la luna de miel?

Los hombres que desean obedecer el mandato bíblico de amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia a menudo se sientes abrumados e inadecuados. “No soy Jesucristo,” se excusa un esposo, sintiendo que no podría pasar de grado en esta materia. En algunas culturas el amor tiene poco que ver con el matrimonio, en cambio en otras, estos dos mantienen estrecha relación. La mayoría de mujeres estarían de acuerdo con la siguiente declaración, “Nunca me casaría con alguien a quien no amo,” sin embargo, en mi experiencia de trabajo con individuos cuyos matrimonios han sido arreglados, he entendido que uno puede que no esté enamorado de su cónyuge cuando se casa, pero se puede aprender a amar. De la misma manera, cuando los matrimonios se ven amenazados por sus errores, la emoción que asociamos con el amor, con frecuencia se ve empañada, pero aquellos que están comprometidos a una relación, pueden hacer que el amor nazca de nuevo y perdure.

Nuestro modelo de amor debe basarse en la relación que Jesús tuvo con sus discípulos, así lo cree el apóstol Pablo, puesto que él usó esta ilustración de cómo las esposas y esposos deben relacionarse entre sí. El amor de Jesús representó un compromiso incondicional dirigido a individuos imperfectos con el objeto de satisfacer sus necesidades de una manera que requería sacrificio personal.

El amor es una decisión, un compromiso de amar a pesar de la temperatura del corazón humano. Es un sacramento santo, no un placer carnal. Es el pegamento que mantiene juntas las relaciones cuando la atracción romántica se ha desgastado. Son los cimientos sobre los que se ha construido el edificio del hogar y lo sostiene cuando los vientos del norte amenazan derribar la casa. Es el fuego que debe ser alimentado cada mañana.

¿Está interesado en conocer más sobre esta faceta maravillosa de las relaciones humanas? Realice un estudio cuidadoso de 1 Corintios 13, libro que se encuentra en el Nuevo Testamento de su Biblia, y luego pídale a Dios que eso sea una realidad en su vida.
Usted estará de acuerdo con el apóstol Pablo cuando dijo, “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (1 Corintios 13:13) No es cuestión solamente de “estar enamorado” sino de tener amor para amar, y el amor es suficiente.