“Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.” (Romanos 15:7)
Si las personas hicieran tanto mantenimiento en sus autos como lo hacen en sus matrimonios, no estarían conduciendo, sino caminando. Sus autos estarían descompuestos, con válvulas quemadas y neumáticos desinflados.
El matrimonio requiere de mantenimiento! Y un adecuado mantenimiento le garantizará por seguro que su esposo llegue a casa noche tras noche y que su esposa se mantenga siempre atractiva. Las siguientes pautas para dar un mantenimiento a su matrimonio le producirá grandes recompensas.
Pauta #1: Insista en que el otro siempre sea el primero. El pensamiento egoísta de querer ser “Siempre yo el primero!” no hace más que crear división y conflictos. Se necesita una actitud de generosidad y no de egoísmo. Cuando una persona se infecta con la mentalidad de “Quiero todo para mi! Un matrimonio va en pos del fracaso.
Pauta #2: No se duerma en un conflicto. Esto, por supuesto, puede significar que por algunas noches usted no pueda dormir! Pero el conflicto no se resuelve por sí solo. El evitar hablar del asunto, solamente agrava la situación. Debe ser una norma de nunca ir a la cama hasta que el asunto que le molesta se haya resuelto.
Pauta #3: Siempre levante la moral de la otra persona. Algunas parejas que se aman permiten que el sarcasmo y las indirectas sean parte de su conversación y trato. Algunos menosprecian a su pareja con la intención de hacerles quedar mal. Esto no es correcto! Pues usted también queda mal. Recuerde que usted escogió a esa persona para casarse, entonces no lo critique, por el contrario anímelo y elógielo.
Pauta #4: Oren juntos cada día. Si tuviera que resaltar un hábito poderoso que ha marcado la diferencia en mi matrimonio, ha sido el hábito de tomarnos las manos cada mañana y abrir nuestros corazones a nuestro Padre Celestial en oración. La oración evita llegar al borde la guerra. Nos ayuda a retroceder, a no insistir en nuestro punto de vista, y pedir que “Sea hecha Su voluntad!”
Pauta #5: No insista en ganar cada round. “Antes de casarnos, él era el Sr. Correcto,” dijo una joven esposa. “Pero ahora, él es el Sr. Siempre Correcto.” En un sentido real, el matrimonio es una serie de acuerdos en los que se “recibe y se da,” y no en que “Solo yo doy y tú lo recibes!”
Pauta #6: Déle a su cónyuge la libertad de ser quien realmente es. El matrimonio debe enriquecer y mejorar a la otra persona, así como un diamante sobresale en un hermoso engaste. Cómo se hace esto? Anime a la persona a desarrollar dones y talentos. Congratule a su pareja. Sea sincero y genuino. Un esposo o esposa tiene que ver con el éxito o fracaso de su pareja más que ninguna otra persona en el mundo.
Pauta #7: Ame a su pareja ahora “tal cual es” sin quejas ni correcciones. Un judío de Yemen que nunca en su vida había visto un ascensor, estaba fascinado al ver a una mujer anciana subirse a uno. Las puertas se cerraron, y pocos momentos más tarde se abrieron nuevamente y de allí salió una hermosa señorita. “Jem!” él murmuró, mientras tocaba su barba y dijo, “Pienso que voy a enviar a mi esposa Sara a esa cosa!”
Ame a su esposo o esposa con la expectativa que Dios trabajará en sus vidas y los transformará en lo que deben ser.
Pauta #8: Sea el primero en decir, “Lo siento, perdóname!” Pero si no es mi culpa? A quién le importa? El problema necesita ser solucionado. Dé el primer paso.
Pauta #9: Fíjese en usted primero. Algunas personas se esmeran en componer a la persona con la que se casó, y no les queda tiempo para ser buenos esposos o esposas ellos mismos.
Pauta #10: Disfrute hoy, pues es el único momento que realmente le pertenece. Quién sabe lo que le espera el día de mañana! Disfrute esa taza de café con su pareja, la caminata bajo el atardecer, la sonrisa de sus nietos. Es el momento que Dios le ha dado. Vívalo a plenitud!