Bástele a cada día su propio afán (Mateo 6:34)
¿Por qué te preocupas de tántas cosas?
¿Por qué llevas el peso de un ayer que lamentas,
si ya no está en tu mano?
¿Por qué te angustia el temor de un mañana,
que quizás no vas a ver?
“Bástele a cada día su propio afán”.
El ayer pasó, el mañana no ha llegado,
Llena bien el hoy que tienes en tu mano.
Deja el ayer que te atormenta
a Mi Divina Providencia,
a Mi Divina Misericordia.
Deja el mañana que te inquieta
a Mi Gracia Divina.
Y tú, pensando únicamente
en que dispones de hoy
para servirme, para amarme,
¡Aprovéchalo!
¡Agradécelo!
¡Llénalo!
Piensa que hoy es tu día,
que te lo doy
para que te acerques a mi corazón
y prepares tu cielo.
“Bástele a cada día su propio afán”.
Con ayer no cuentes,
con mañana tampoco;
Para luchar, para vencer,
para reparar, para amar,
cuentas con hoy”.
Santifica el día de hoy
y prepararás tu vida
para mi servicio.