LA SALVACION GARANTIZADA (Hebreos 6:10-20)
INTRODUCCION:
A veces los cristianos no gozan de la certeza de la salvación, no porque lleven una vida de Pecado sino por el pensamiento de que la salvación ha llegado a sus vidas de una manera fácil, mediante una decisión propia. El creyente debe de darse cuenta que Dios está trabajando al otro lado de esta decisión para que la salvacion llegue a su culminación en la gloria celestial. He. 6:10-20 nos enseña que hay garantías ciertísimas de que esto ocurrirá así:
I. La actividad de los herederos de la salvación (10-12)
A. El trabajo de amor que Dios no olvida (10)
B. La actitud aseguradora (11)
C. La imitación adecuada (12)
II. La promesa a Abraham (13-15)
A. La autoridad de la promesa (13)
B. El texto de la promesa (14)
C. La recepción de la promesa (15)
III. El juramento añadido (16-18)
A. El ejemplo humano (16)
B. El juramento inmutable (17)
C. El consuelo obtenido (18)
IV. La esperanza alentadora (19, 20)
A. Nuestro seguro soporte en la vida (19a)
B. Nuestro alcance divino (19b)
C. Nuestro Precursor eterno está allí (20)
CONCLUSION:
No hay duda del trabajo que nuestro Padre celestial y el Señor jesucristo realizaron y están realizando para nuestra salvación. Estamos en buenas manos. Recordemos lo que el Señor Jesucristo dice en Juan 10:27-29: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. Por fe debemos estar seguros de las manos que nos sostienen para salvación.