«Permitidme poner a Cristo en contacto con el estado de mi alma. O dejad que lo ponga en contacto con cualquier alma en el lugar que fuese. Tan pronto como introducimos a Cristo, tenemos la verdad. Al poner a Cristo en la escena de mi alma advierto mi propio estado, sea bueno o sea malo. Así también aprendemos quién o qué tenemos ante nosotros simplemente introduciendo a Cristo.»
William Kelly, en «Meditaciones sobre el Cantar de los Cantares»
«A menos que Dios se nos revele por medio de una experiencia personal, jamás podremos conocerlo verdaderamente. Muchos de nosotros tenemos informaciones acerca de Dios, pero conocer a Dios es algo muy distinto… Una cosa es ser presentados a una persona, y otra muy distinta llegar a conocer su personalidad.»
Billy Graham, en «Día a día con Billy Graham»
«Dios es «la Verdad». La Biblia es «la verdad acerca de la Verdad». La teología es «la verdad acerca de la verdad de la Verdad». El Fundamentalismo es «la verdad acerca de la verdad de la verdad de la Verdad». Hay cristianos que viven estas muchas verdades sobre la Verdad, y debido a ello, carecen de la Verdad».
Richard Wurmbrand, en «Torturado por Cristo»
«El cristiano debe considerarse el conducto por medio del cual las múltiples gracias de Dios alcancen a un mundo necesitado. Está llamado a ser un testigo constante de la gracia que se exhibe en él y que viene de la fuente de toda gracia y verdad. Mientras más abundante sea su ofrenda para sus semejantes, más abundantemente recibirá para sí mismo. Pero la grandeza de este privilegio es la medida de su responsabilidad.»
C.H. Mackintosh, en «Estudio sobre el libro del Génesis»
«La Palabra de Dios es una espada de dos filos para que la usen hoy sus siervos. El avance de la iglesia de Jesucristo depende del uso eficaz de «la espada del Espíritu», que es la palabra de Dios. Las espadas afiladas cortan, y debemos estar preparados para un ministerio cortante cuando la ocasión lo exija. Es mucho más agradable hacer cosquillas con un plumero que atravesar con una espada. Sin embargo, la verdad no es un plumero sino una espada, y el siervo fiel se llenará de valor y la usará.»
Kenneth Fleming, en «Se humilló a sí mismo»
«Su tarea, mis queridos hermanos, es la de incendiar sus iglesias a toda costa; ya sea hablando a la totalidad de su congregación, o simplemente a unos cuantos espíritus selectos; pero como sea, hay que hacerlo. Formen una sociedad secreta para este santo propósito, conviértanse en una banda de incendiarios celestiales cuya mira sea hacer arder a toda la iglesia.»
C.H. Spurgeon, «Ganadores de Hombres»
«No hay nada tan terrible como el anunciar las amenazas de Dios contra el pecado sin mostrar nada de angustia y pesar. Si tenemos que hablar de un juicio venidero no debe ser sino después de horas de oración solitaria, de llanto, y angustia de alma. Es sólo en proporción como hemos compadecido a los pecadores como podemos amonestarlos, es sólo hasta donde hemos conocido la compasión del Salvador, como podemos osar repetir los ayes que Él pronunció contra el fariseo y el saduceo o, amenazar con la suerte que Él denunció tan clara y terriblemente.»
H.B. Meyer, «Jeremías: sacerdote y profeta»
«Cuando venga la muerte, no tenemos nada que temer. Todos los sepultureros del mundo no podrán cavar una sepultura bastante honda para sepultar la vida eterna; todos los carpinteros del mundo no podrán hacer un ataúd bastante grande y bastante ajustado para poder encerrar la vida eterna. La muerte puso una vez su mano sobre Cristo, pero jamás volverá a ponerla sobre Él.»
D.L. Moody, «EL camino hacia Dios»
«Temo que debemos reconocer que hay lugares e iglesias donde sería muy difícil encontrar la diferencia entre el mundo y la iglesia. La línea demarcatoria se ha desvanecido en muchos casos. Las cosas que distinguieron a la Iglesia del mundo en su primera etapa, cuando tuvo que enfrentar la oscuridad del paganismo donde abundaba el odio y la lujuria, se ha diluido. Me parece a mí que Dios tendrá que decir de muchos hoy: Formé una iglesia para bendecir al mundo, y la iglesia apenas se puede distinguir del mundo.»
G. Campbell Morgan, «El corazón de Dios»
«Muchos cristianos piensan en su propia salvación como la primera cosa; su vida temporal y su prosperidad, con el cuidado de su familia, a continuación; y el tiempo e interés que quedan, pueden ser dedicados a llevar fruto para salvar a otros hombres. No es de extrañar que en muchos casos quede muy poco tiempo e interés. No. Cristiano, el objeto por el cual has sido hecho miembro del cuerpo de Cristo, es que la Cabeza pueda usarte para llevar a cabo su obra salvadora.»
Andrew Murray, «La Vid verdadera»