El rey de los reyes,Salomón,hijo de David, el mas justo y sabio de los hombres de su tiempo, de regreso,victorioso,de una larga guerra,hizo propalar en todo el reino un bando por el cual prometia donar el tesoro del botin,consistente en tres admirables brazaletes,uno de bronce,otro de plata y el tercero de oro,a los tres hombres mejores.
Numerosos fueron los aspiranes a la recompensa,pero el rey de los reyes,después de haber leido el relato de sus virtudes,solo a tres considero dignos del premio y dispuso que se preesentaran al cabo de un mes en el salon de audiencias del palacio.
El dia de esa ceremonia,en torno al rey de los reyes,sentado en el trono de oro,se congregaron los ancianos y los notables de las doce tribus.Junto al trono,sobre una mesa de cedro cubierta por carpeta de purpura,resplandecian los tres brazaletes admirablemente cincelados.Diamantes,zafiros,rubies y esmeraldas engastadas en el metal de los brazaletes,centelleaban con mil iridiscencias a los rayos del sol que declinaba.
A una señal del rey,los guardianes hicieron entrar al primero de los subditos a quien se habia destinado un premio.
-¿Quién eres? – pregunto Salomón.
-Abraham.hijo de Jacob,de la cuarta tribu – respondio el interrogado:un hombre alto,flaco,huesudo,de ancha frente calva bajo la cual brillaban ojos negros de expresión franca y energica.
-Abraham,hijo de Jacob,¿Qué has hecho de bueno en tu vida para merecer el brazalete?
-¡Oh!, Salomón justisimo,no debo decirlo yo.El hombre justo no habla de si mismo.Deja que sus obras hablen por el.
Entonces se adelanto el anciano Isaac,que habia examinado y escogido las solicitudes presentadas.
-¡Oh!,rey de los reyes,este hombre,Abraham,jamas en su larga vida ha transgredido las leyes.Ha sido siempre justo consigo,con los iguales y con los inferiores.Jamas ha quitado un grano de trigo del saco de la viuda,ni llevo a su rebaño un cordero del rebaño del huerfano,ni omitio una moneda del salario de sus criados.Prefirio siempre a soportar el mal a cometer una injusticia.En una disputa entre su hijo y un criado,dio la razon al criado y castigo al hijo. ¡Oh!,Salomón justisimo,Abraham es,sin duda,el mas justo de tus subditos.
El rey de reyes se acaricio tres o cuatro veces la barba y al fin dijo:
-Gran virtud es la justicia y digna de premio.Pero existen virtudes aun mas grandes.Den a Abraham,hijo de Jacob,el brazalete de bronce.
Y con un gesto ordeno que hicieran entrar al segundo de los elegidos.
Era este un viejo de tez rosada,ojos pequeñitos y risueños bajo las pobladas cejas y boca sin dientes,sumida entre la nariz encorvada para abajo y el menton encorvado para arriba.Se adelanto apoyandose en un baston.Isaac hablo por el.
-Matias de Jose,sapientisimo Salomón, es pobre,muy pobre y siempre ha sido pobre.Trabajo durante toda la vida,pero la suerte no fue benigna para el.Murio su mujer,murieron sus hijos y sus nueras,quedose solocon una netezuela de cinco años,huerfana y enfermiza.Sin embargo,jamas se quejo y jamas hizo mal a nadie.Poseia hasta pocos meses una vaca vieja que lo ayudaba a cultivar su misera heredad y le daba un poco de leche para la niña enferma.Un vagabundo,a quien dio albergue una noche,se levanto furtivamente antes de salir el sol,le mato la vaca y lerobo un saco de trigo.Matias de Jose lo vio;pudo perseguirlo,denunciarlo y acaso matarlo,pues habria sido justa venganza.En cambio,le dejo ir,diciendole:“Perdonete Dios como yo te he perdonado”. Y entro llorando en su casa.
-Virtud muy grande es la indulgencia,superior a la justicia.Den a Matias de Jose el brazalete de plata.Hagan entrar al tercero.
Los guardianes condujeron al salon del trono a un hombre en la flor de la edad,rubio,sereno y bello.Los ojos azules y luminosos parecian dos cielos diminutos.
-¿Quién eres? – pregunto el rey de reyes.
-Soy Juan,hijo de Moisés.Mas no se señor,porque me han traido a tu presencia.Nada he hecho todavía sobresalientemente bueno para que merezca un premio.Te ruego que me permitas volver enseguida a mi casa,porque me espera mucho trabajo.
Salomón,frunciendo el ceño,miro al juez Isaac.Este sonrio.
Entonces se puso en pie un anciano de la tribu de Levi y dijo:
-¡Oyeme,hijo de David! ¡Yo fui enemigo de Juan de Moisés.Diezme sus rebaños.corte sus vides,queme sus gavillas,puse insidia a la fe de su mujer y al amor de sus hijos.El es mas fuerte,mas perspicaz,mas joven y audaz que yo.Pudo vengarse mil veces.Nada dijo,nada hizo contra su enemigo.Cuando cai enfermo a punto de muerte,vino a mi casa,me asistio en la enfermedad,consolo a los mios,labro mi tierra y cuido de mis animales.Cuando me levante del lecho,ya sano,desaparecio y solo ahora he podido vero para darle las gracias y pedirle perdon.
Y asi diciendo,se arodillo delante de su benefactor y procuro besarle las manos.
Entonces Salomón,el mas sabio de los hombres y de los reyes,descendio del trono y tendio a Juan de Moisés el brazalete de oro,exclamando:
-Para ti,Juan de Moisés,es el brazalete de oro,porque por encima de la justicia esta la indulgencia y por encima de la indulgencia esta la bondad.