Mensaje a Tiatira — La Iglesia Floja (Ap. 2:18-29)

Texto: Apocalipsis 2:18-29

Versículo clave:
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.” Apocalipsis 2:20

 Todo servicio cristiano, labor y conocimiento no es suficiente para que haya ausencia de pureza moral. Viva una vida limpia y activa para Jesús. Él siempre indaga nuestros corazones.

UNA PRIMERA MIRADA

Tiatira estaba localizada a unos 56 kilómetros (35 millas) al sureste de Pérgamo. Era una ciudad pequeña pero un centro comercial concurrido. Se ubicada en una ruta principal del imperio romano, y muchos gremios, o lo que llamaríamos hoy sindicatos, se habían establecido aquí. Todo el que trabajaba en Tiatira era miembro de uno de estos gremios. Era difícil vivir en Tiatira sin pertenecer a una de estas organizaciones.
Para ser contratados los cristianos debían unirse a uno de estos grupos. Estos grupos se reunían regularmente, usualmente en un templo pagano, y parte de la reunión era una cena que consistía mayormente de carne ofrecida a los ídolos. Un cristiano pasaba momentos difíciles yendo a un templo pagano y teniendo que comer de la adoración pagana, pero negarse llevaría al desempleo. Éste era un problema que muchos cristianos enfrentaban en Tiatira.
A menudo los retos más grandes para nuestra fe llegan en lo que llamamos nuestras vidas ordinarias. Enfrentamos retos en los lugares donde hacemos la vida. Todos los días tenemos la presión de llevarnos bien con las prácticas malas e ignorar la idolatría porque necesitamos un trabajo y el dinero que da para vivir. La idolatría puede ser una adoración dramática que se lleva a cabo en un templo pagano, o puede ser de bajo perfil la cual encontramos todos los días. De cualquier manera es mortal.
Éste es el mensaje más largo de los siete y trata con los pecados mortales de idolatría e inmoralidad. Contiene una advertencia severa de juicio porque Dios toma estos pecados muy en serio.

UNA MIRADA MÁS CERCANA

I. Lo bueno en Tiatira [Apocalipsis 2:18, 19]

18. Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19. Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.

La introducción a este mensaje contiene la única referencia en Apocalipsis a Jesús como el Hijo de Dios. Él se presenta a sí mismo como una fi gura de juicio porque ésta es la iglesia más corrupta de las siete. No obstante, había algunas cosas buenas sobre ella.
Jesús los elogió por sus obras, su amor, su fe y su paciencia. El amor nos llevará al servicio, y la fe producirá perseverancia o paciencia. Hay leyes espirituales inevitables. Si amamos, serviremos; y si creemos, soportaremos. Aquellos que dejan de servir, primero dejan de amar, y aquellos a quienes se les acaba la paciencia son los que no creyeron desde un principio.
También observe que esta iglesia había crecido en estas áreas. Lo último era mayor que lo primero, lo cual sugiere que al menos de alguna forma era una iglesia creciente. Puede que nos hubiéramos impresionado si hubiéramos visto esta iglesia en acción. Aquí había una congregación creciente que era amorosa y fiel. Nosotros admiramos a quienes están ocupados, pero la actividad en sí misma jamás es suficiente. Dios siempre ve más allá de nuestra actividad y examina los motivos. Puede que hagamos cosas buenas pero por las razones equivocadas. En Mateo 7:21-23, en una escena de juicio Jesús condenó a los hombres, no por lo que habían hecho sino por la razón que tuvieron para hacerlo. Estaban ocupados, pero nunca conocieron a Jesús como su Salvador.
Nosotros debemos resistir el deseo de ser impresionados por la actividad y por un crecimiento aparente. Nuestro análisis debe basarse en el fruto del Espíritu y la verdad de la Palabra de Dios. Sólo Dios es apto para emitir juicio sobre cualquiera de sus hijos o sus iglesias, y sus caminos no son los nuestros.

II. Los problemas en Tiatira [Apocalipsis 2:20-23]

20. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

Había una mujer en la iglesia de Tiatira que quería ser una líder dominante en la iglesia y ésta la siguió. Ella se auto nominaba profetiza. Jesús la llamó Jezabel, pero no era necesariamente su nombre. A menudo Jesús le cambiaba el nombre a la gente de acuerdo con su carácter. A Simón, hijo de Jonás, lo llamó Pedro. A Esteban y a Juan los llamó hijos de trueno. Ahora llamó a esta mujer con el mismo nombre de la mujer más malvada del Antiguo Testamento.
La Jezabel del Antiguo Testamento era la hija del rey de Sidón y se casó con Acab. Acab fue el rey más malvado que gobernara el reino norte de Israel. Jezabel popularizó la adoración a Baal en Israel y personalmente mantuvo a más de ochocientos profetas de Baal. Ella hizo que mataran a su vecino Nabot y atentó contra la vida de Elías después de su gran victoria sobre los profetas de Baal en el Monte Carmelo. Ella era despiadada e inmoral y ésta es la caracterización de la Jezabel en Tiatira. Leemos en el Antiguo Testamento acerca de Jezabel en 1 Reyes 16:31—21:25 y 2 Reyes 9:10-37.
El problema con Jezabel no era que fuera mujer; era lo que enseñaba. Ella enseñaba que era aceptable que los cristianos se dedicaran a la fornicación y la adoración de ídolos. Ésta es la práctica común en las reuniones de los gremios, y Jezabel evidentemente enseñaba que no había nada de malo en que los cristianos asistieran y participaran de estas reuniones.
La filosofía de Jezabel no ha muerto. Muchos hoy creen que los negocios son negocios y que tenemos que seguirles la corriente y llevarnos bien. Si las prácticas de los negocios chocan con los principios cristianos, entonces el cristianismo debe ser dejado de lado porque tenemos que trabajar para vivir. Esa es la actitud de muchos cristianos hoy día. La iglesia de Tiatira toleraba a esta mujer. La iglesia de Tiatira le permitía enseñar y la escuchaban. Jesús responsabilizó a la iglesia por la enseñanza de esta mujer malvada. La fornicación y la idolatría son violaciones claras y específicas de la Palabra de Dios. Cualquiera que lea la Biblia puede ver eso. Si violamos la autoridad de la Biblia, entonces sea de hecho o de palabra, Dios ya no está en control de nuestras vidas. Éste es un pecado serio.
Su dios es todo aquello por lo que usted esté viviendo y lo que hace que su vida sea valiosa. Puede ser un dios de placer o un dios de riqueza o fama. El punto es que si su dios es cualquiera de estas cosas, no es el único Dios verdadero y su Hijo Jesús.
El castigo que Jesús pronunció reflejaba la enfermedad moral que producen la idolatría y la fornicación. Primero, Jesús dijo que Jezabel sería arrojada en una cama, pero ésta no era una cama de placer; era una cama de intenso sufrimiento. Esto le dio la oportunidad de comprender lo que estaba sucediendo y arrepentirse.
Luego les prometió a quienes cometieran adulterio con ella que también sufrirían. Todo pecado lleva consigo un tipo de castigo implícito. Las consecuencias terribles, dolorosas y a menudo mortales de la fornicación, son grandemente ignoradas en el medio popular, pero son reales y las personas reales las sufren.
El castigo final era que sus hijos serían muertos. Todas las personas son individualmente responsables por lo que creen. Sea que éstos fueran los hijos de Jezabel o sus hijos intelectuales, el fi n de su filosofía malvada era la muerte. Quienes siguieran las mentiras aparentemente placenteras dadas por esta profetiza falsa encontrarían que el fin del camino, el cual les parecía muy bien, era la muerte.
También observe que Jesús les ofreció a todos los involucrados una oportunidad de arrepentirse. Éstas son las buenas noticias en una mala situación. Una y otra vez Dios le ha enviado mensajes a la humanidad advirtiéndole sobre el destino inminente. Estos mensajes a menudo llegan como éste, como la palabra directa de Dios. Puede que lleguen en forma de lo que llamamos “desastres naturales” los cuales deberían despertarnos y señalarnos la senda de justicia. Puede que lleguen como una voz pequeña de convicción la cual nos recuerda que nos hemos desviado. Sin importar cómo Dios nos dé la advertencia, la advertencia es la misma. Arrepiéntase y vuelva a la senda de justicia, y Dios renunciará al que de otra forma será el castigo inevitable.

III. Las promesas a Tiatira [Apocalipsis 2:24-29]

24. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25. pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fi n, yo le daré autoridad sobre las naciones. 27. Y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28. y le daré la estrella de la mañana. 29. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Había una división de todo tipo en Tiatira y Jesús lo sabía. Él sabía que algunos miembros de esta iglesia no habían sucumbido a la tentación de cometer fornicación y adorar ídolos, ni aún al precio de perder sus trabajos o tal vez ser obligados a recortes drásticos en pago por su fidelidad a su fe. El mensaje de Jesús a estos santos atribulados, pero fi eles, es serio y sensible. Ellos habían sido perjudicados por esta mala mujer y ya no sufrirían.
Para quienes se rehusaron, Jesús les dijo: “retenedlo”. Los reprendió a retener lo que creían y sabían que era verdad. No acepte los parámetros morales degradantes. No acepte la idea de que la fornicación y el adulterio son pecados menores, meras decisiones personales que realmente no tienen consecuencias. Cuando estamos realmente en lo correcto y sabemos que estamos en lo correcto, no tenemos razón de cambiar. Jamás haremos mejor que conocer al Señor y andar fiel y humildemente en la senda que Él nos establece. Observe que Jesús no les dijo a estos fieles creyentes que hicieran algo que no hubieran hecho ya. Sencillamente les pidió que siguieran siendo fi eles hasta que volviera de nuevo.
La mención de la venida del Señor es relevante. La esperanza para el creyente no es que las cosas mejorarán aquí en la tierra. No es una esperanza de un mejor trabajo o mejores condiciones de vida. Los creyentes verdaderamente fieles no están esperando cosas mejores; están esperando que Jesús venga. Cuando Jesús venga, aquellos que han sido pisados bajo los pies de los hombres malos serán hechos gobernantes. Ésta es una referencia a Salmos 2 y al reinado milenial de Jesús. Es una promesa de gobernar y reinar con Cristo en un juicio severo pero justo de esta tierra. El milenio es un tiempo en que la justicia gobernará, pero el pecado también estará presente. Por esto es que se necesita la vara de hierro.
La promesa de la Estrella de la Mañana es hermosa y simbólica. La estrella de la mañana aparece justo antes que el sol salga. En Apocalipsis 22:16 Jesús dijo: “Yo soy…la estrella resplandeciente de la mañana”. Antes que Jesús vuelva a gobernar por mil años, Él aparecerá y se llevará a los suyos, aquellos que le pertenecen, quienes han sido sostenidos y guardados por el Espíritu Santo. Habrá creyentes verdaderos sobre la tierra cuando Jesús vuelva, tanto vivos como muertos, y se reunirán con el Señor en el aire.

UNA PALABRA FINAL

La verdadera indicación de que su fe es real no es que nunca caiga, sino que se arrepienta, se vuelva a levantar y siga adelante. La verdadera fe se sostiene hasta el final, y el final es cuando Jesús vuelve por sus santos.
Una vez más Jesús terminó amonestando a todos a que usen su don de entendimiento dado por Dios para oír y atesorar estos mensajes. Observe que la palabra iglesias es plural. Estos mensajes debían de circular entre las iglesias. Nosotros no vivimos en ninguno de estos lugares geográficos, pero aún enfrentamos los mismos problemas espirituales. Tenemos las mismas soluciones espirituales que Jesús propuso en estos mensajes. La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios. Por esto es que es de suma importancia que escuchemos la predicación de la Palabra de Dios y que pongamos en práctica lo que aprendemos en nuestras vidas cotidianas.
Estas promesas y advertencias son prácticas y necesarias en nuestras vidas. Así como aquellos en Éfeso, nosotros no debemos permitir que nuestro amor por Jesús se enfríe. Así como aquellos en Esmirna, no debemos temer la persecución del mundo. Así como aquellos en Pérgamo, debemos confiar en la Palabra de Dios y mantenernos fuertes y fi eles; y así como aquellos en Tiatira, debemos evitar la fornicación, el adulterio y la idolatría. Tenemos que tener claros nuestros parámetros morales.
¿Qué consejo podría ser más práctico para nuestras circunstancias actuales?

PARA DISCUSIÓN

1. Debido a que Jesús elogió a la iglesia de Tiatira por seis actividades fi eles (Ap. 2:19), ¿cree usted que puedan estar sustituyendo la santidad por el exceso de trabajo? ¿Por qué o por qué no?
2. ¿Tendemos nosotros a sustituir la santidad por el exceso de trabajo? O ¿Ponemos la actividad por encima de la productividad?
3. Hable sobre cómo podemos hacer que el tiempo que invertimos en el trabajo de la iglesia sea lo más espiritualmente productivo.
4. ¿Qué está haciendo su iglesia para “retenerlo” hasta que Él vuelva (Ap. 2:25)? ¿Cómo puede mejorar usted?

 

 

 Devocionales Diarios

M. — ¡Usa bien la palabra de verdad! 2 Timoteo 2:15.
M. — Primer convertido de Tiatira, Hechos 16:14, 15.
T. — La Jezabel original, 1 Reyes 16:29-33.
W. — Enemigos de la cruz, Filipenses 3:17-19.
T. — ¡No sea engañado! Romanos 16:17-19.
F. — El contenido de la religión pura, Santiago1:26, 27.
S. — El valor del servicio cristiano, Mateo 16:24-27.