También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.
Isaías 28:29
Cuando pasamos por grandes pruebas o profundos sufrimientos hemos de recordar que Dios está obrando con un propósito, con inteligencia y con amor en nuestras vidas. Isaías usó la ilustración de un agricultor para enseñarles esta verdad a los israelitas.
Un agricultor trabaja con un propósito específico en mente. Conozco un área que era un espeso bosque hace sesenta años cuando un joven la compró. Sin el uso de maquinarias modernas, le arrancó los árboles, la aró y la sembró. Su propósito era recolectar una cosecha.
Cuando Dios cava en nuestras vidas, su arado también tiene un propósito: una cosecha espiritual que nos enriquecerá eternamente.
Un agricultor además trabaja inteligentemente. Isaías describió la cuidadosa selección de las parcelas para diferentes semillas (28:25). Dios también es cuidadoso al seleccionar para cada uno de nosotros lo que necesitamos para crecer espiritualmente. Nuestras pruebas no son el resultado del destino.
Por último, un buen agricultor usa el método más suave posible para trillar sus cosechas (vv. 27, 28). Nuestro amante Dios ejerce el mismo principio. Nunca nos causa un dolor innecesario.
Isaías concluyó que el Señor «hace maravilloso el consejo y engrandece la sabiduría» (v. 29). ¿Has llegado tú a la misma conclusión? –HVL
Dios usa las prueba en nuestras vidas para edificarnos,
no para derribarnos.
Por Nuestro Pan Diario