LA OBEDIENCIA A DIOS
EN UNA SITUACIÓN DIFÍCIL,
TARDE O TEMPRANO DARÁ FRUTO,
AUNQUE EN EL MOMENTO
PUEDA CAUSARNOS ANGUSTIA.
Señor Dios, según tu Palabra, si de todo corazón te entrego lo que hnPo mis planes tendrán éxito (Prov. 16:3). Reconozco que, en el fondo, entregarte mis planes es buscar tu plan.
¡Muéstrame el camino correcto, Padre!
Ayúdame a no contentarme solo con escuchar la Palabra engañándome a mí mismo. Ayúdame a ponerla en práctica (Sant. 1:22). Tu Palabra surte efecto, pero si quiero experimentarla personalmente, debo ser obediente. Necesito tu ayuda, Señor.
Cuando tus palabras lleguen a mí, ayúdame a devorarlas. Haz que sean mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor, Dios Todopoderoso (Jer. 15:16). Aumenta mi apetito por tu Palabra. ¡Tú eres mi todo!
(por Beth Moore)