Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 1 Juan 4:11.
Nuestro mundo de hoy ha cometido asesinato. Al tratar de vivir sin Dios ha matado el amor.
Millones de personas hoy día ya no buscan satisfacción en una amante relación con Dios y con los demás. La vida gira alrededor de ellos mismos; están muy ocupados procurando su propia satisfacción.
Esta fascinación por los intereses propios incluso ha invadido nuestro mundo cristiano, como lo mostraría un examen a los libros de mayor venta en la actualidad. Un análisis de las ocho editoriales religiosas conservadoras más prolíficas realizado por el escritor James Hunter reveló que «87,8 % de los títulos tratan temas relacionados con el yo, su descubrimiento y alimentación, y la resolución de sus problemas y tensiones. El restante 12,2% de los títulos lleva todo el resto de la carga».
Los que creemos en Jesucristo debemos tener cuidado, no sea que caigamos en la preocupación por el yo que caracteriza a nuestra cultura. Nuestro llamamiento es amar con todo nuestro ser a Dios, quien nos amó primero, y amar a los demás como a nosotros mismos. Esta es la senda que lleva a una vida llena de gozo y de satisfacción.
La carta neotestamentaria de 1 Juan afirma: «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros» (4:8, 11). ¿Muestran nuestras vidas que conocemos a Dios? –HVL
Tu amor a Dios hará que vivas para Dios.
Por Nuestro Pan Diario