EN NUESTRO CAMINO HACIA LA ?LIBERTAD, NECESITAMOS ALGO ?MÁS QUE UN LÍDER
NECESITAMOS ?UN SALVADOR,
ALGUIEN QUE ?SIEMPRE NOS RESCATE.
Señor Jesús, tú viniste y nos predicaste la paz a los que estábamos lejos y a los que estábamos cerca. Por medio de ti, tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.
Por lo tanto, ya no somos extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, y tú, Cristo Jesús, eres la piedra angular.
En ti, todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. También en ti, nosotros somos edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu (Ef. 2:17-22).
(por Beth Moore)