ASÍ COMO EVA,
QUEREMOS SENTIR QUE SOMOS INTELIGENTES,
PERO NO ?EXISTE MAYOR IGNORANCIA QUE ?ESTA: PREFERIRLA INTELIGENCIA HUMANA
A LA DE DIOS.
Señor Dios, cuando le preguntaste a la mujer en el jardín: – «¿Qué has hecho?» su respuesta fue: «La serpiente me engañó, y comí» (Gén. 3:13).
Así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, aun la mente de aquel que tiene una sincera y pura devoción a Cristo, puede desviarse (2 Cor. 11:3).
Por favor, ayúdame a ser consciente de que el enemigo siempre estará al día con sus viejas trampas. Hasta el creyente más devoto se puede descarriar si no se mantiene en el camino mediante tu Palabra y con plena conciencia de las tretas de Satanás. Ayúdame para que la serpiente astuta no me engañe.
(por Beth Moore)