Genesis 11:1-13:4
Mateo 5:1-26
Salmo 5:1-12
Proverbios 1:24-28
Genesis 11:1-13:4
11 Hubo un tiempo en que todos los habitantes del mundo hablaban el mismo idioma y usaban las mismas palabras. 2 Al emigrar hacia el oriente, encontraron una llanura en la tierra de Babilonia[a] y se establecieron allí.
3 Comenzaron a decirse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y endurecerlos con fuego». (En esa región, se usaban ladrillos en lugar de piedra y la brea se usaba como mezcla). 4 Entonces dijeron: «Vamos, construyamos una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo».
5 Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, 6 y dijo: «¡Miren! La gente está unida, y todos hablan el mismo idioma. Después de esto, ¡nada de lo que se propongan hacer les será imposible! 7 Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros».
8 De esa manera, el Señor los dispersó por todo el mundo, y ellos dejaron de construir la ciudad. 9 Por eso la ciudad se llamó Babel,[b] porque fue allí donde el Señor confundió a la gente con distintos idiomas. Así los dispersó por todo el mundo.
10 Este es el relato de la familia de Sem.
Dos años después del gran diluvio, cuando Sem tenía cien años de edad, tuvo a su hijo[c] Arfaxad. 11 Después del nacimiento de[d] Arfaxad, Sem vivió quinientos años más y tuvo otros hijos e hijas.
12 Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años de edad, tuvo a su hijo Sala. 13 Después del nacimiento de Sala, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos e hijas.[e]
14 Cuando Sala tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Heber. 15 Después del nacimiento de Heber, Sala vivió cuatrocientos tres años más y tuvo otros hijos e hijas.
16 Cuando Heber tenía treinta y cuatro años de edad, tuvo a su hijo Peleg. 17 Después del nacimiento de Peleg, Heber vivió cuatrocientos treinta años más y tuvo otros hijos e hijas.
18 Cuando Peleg tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Reu. 19 Después del nacimiento de Reu, Peleg vivió doscientos nueve años más y tuvo otros hijos e hijas.
20 Cuando Reu tenía treinta y dos años de edad, tuvo a su hijo Serug. 21 Después del nacimiento de Serug, Reu vivió doscientos siete años más y tuvo otros hijos e hijas.
22 Cuando Serug tenía treinta años de edad, tuvo a su hijo Nacor. 23 Después del nacimiento de Nacor, Serug vivió doscientos años más y tuvo otros hijos e hijas.
24 Cuando Nacor tenía veintinueve años de edad, tuvo a su hijo Taré. 25 Después del nacimiento de Taré, Nacor vivió ciento diecinueve años más y tuvo otros hijos e hijas.
26 Después de que Taré cumpliera setenta años de edad, tuvo a Abram, a Nacor y a Harán.
27 Este es el relato de la familia de Taré. Taré fue el padre de Abram, Nacor y Harán; y Harán fue el padre de Lot. 28 Pero Harán murió en Ur de los caldeos —su tierra natal— mientras su padre Taré aún vivía. 29 Durante ese tiempo, tanto Abram como Nacor se casaron. El nombre de la esposa de Abram era Sarai, y el nombre de la esposa de Nacor era Milca. (Milca y su hermana Isca eran hijas de Harán, el hermano de Nacor). 30 Pero Sarai no podía quedar embarazada y no tenía hijos.
31 Cierto día, Taré tomó a su hijo Abram, a su nuera Sarai (la esposa de su hijo Abram) y a su nieto Lot (el hijo de su hijo Harán) y salieron de Ur de los caldeos. Taré se dirigía a la tierra de Canaán, pero se detuvieron en Harán y se establecieron allí. 32 Taré vivió doscientos cinco años[f] y murió mientras aún estaba en Harán.
12 El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. 2 Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. 3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».
4 Entonces Abram partió como el Señor le había ordenado, y Lot fue con él. Abram tenía setenta y cinco años cuando salió de Harán. 5 Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, y todas sus posesiones —sus animales y todas las personas que había incorporado a los de su casa en Harán— y se dirigió a la tierra de Canaán. Cuando llegaron a Canaán, 6 Abram viajó por tierra hasta Siquem. Allí estableció el campamento, junto al roble de More. En aquel tiempo, los cananeos habitaban esa región.
7 Entonces el Señor se le apareció a Abram y le dijo: «Daré esta tierra a tu descendencia».[g] Y Abram edificó allí un altar y lo dedicó al Señor, quien se le había aparecido. 8 Después Abram viajó hacia el sur y estableció el campamento en la zona montañosa, situada entre Betel al occidente, y Hai al oriente. Allí edificó otro altar y lo dedicó al Señor, y adoró al Señor. 9 Entonces Abram continuó viajando por tramos en dirección sur, hacia el Neguev.
10 En aquel tiempo, un hambre terrible azotó la tierra de Canaán y obligó a Abram a descender a Egipto, donde vivió como extranjero. 11 Al acercarse a la frontera de Egipto, Abram le dijo a su esposa Sarai: «Mira, tú eres una mujer hermosa. 12 Cuando los egipcios te vean, dirán: “Ella es su esposa. ¡Matémoslo y entonces podremos tomarla!”. 13 Así que, por favor, diles que eres mi hermana. Entonces me perdonarán la vida y me tratarán bien debido al interés que tienen en ti».
14 Efectivamente, cuando Abram llegó a Egipto, todos notaron la belleza de Sarai. 15 Cuando los funcionarios del palacio la vieron, hablaron maravillas de ella al faraón, su rey, y llevaron a Sarai al palacio. 16 Entonces el faraón le dio a Abram muchos regalos a causa de ella: ovejas, cabras, ganado, asnos y asnas, siervos y siervas, y camellos.
17 Pero el Señor envió plagas terribles sobre el faraón y sobre todos los de su casa debido a Sarai, la esposa de Abram. 18 Así que el faraón mandó llamar a Abram y lo reprendió severamente: «¿Qué me has hecho? —preguntó—. ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? 19 ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana” y con esto me permitiste tomarla como esposa? Ahora bien, aquí tienes a tu esposa. ¡Tómala y vete de aquí!». 20 Entonces el faraón ordenó a algunos de sus hombres que los escoltaran, y expulsó a Abram de su territorio junto con su esposa y todas sus pertenencias.
13 Entonces Abram salió de Egipto junto con su esposa, con Lot y con todo lo que poseían, y viajó hacia el norte, al Neguev. 2 (Abram era muy rico en ganado, plata y oro). 3 Desde el Neguev, continuaron viajando por tramos hacia Betel y armaron sus carpas entre Betel y Hai, donde habían acampado antes. 4 Era el mismo lugar donde Abram había construido el altar, y allí volvió a adorar al Señor.
Notas al pie:
[a] Génesis 11:2 En hebreo Sinar.
[b] Génesis 11:9 O Babilonia. Babel suena como un término hebreo que significa «confusión».
[v] Génesis 11:10 O fue el antepasado de; también en 11:12, 14, 16, 18, 20, 22, 24.
[d] Génesis 11:11 O del nacimiento de este antepasado de; también en 11:13, 15, 17, 19, 21, 23, 25.
[e] Génesis 11:13 La versión griega dice: 12 Cuando Arfaxad tenía 135 años de edad, fue padre de Cainán. 13 Después del nacimiento de Cainán, Arfaxad vivió 430 años más y tuvo otros hijos e hijas, y entonces murió. Cuando Cainán tenía 130 años de edad, fue padre de Selaj. Después del nacimiento de Selaj, Cainán vivió 330 años más y tuvo otros hijos e hijas, y entonces murió. Comparar con Lc 3:35-36.
[f] Génesis 11:32 Algunas versiones antiguas dicen 145 años; comparar 11:26 y 12:4.
[g] Génesis 12:7 En hebreo simiente.
Mateo 5:1-26
5 Cierto día, al ver que las multitudes se reunían, Jesús subió a la ladera de la montaña y se sentó. Sus discípulos se juntaron a su alrededor, 2 y él comenzó a enseñarles.
3 «Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece.
4 Dios bendice a los que lloran, porque serán consolados.
5 Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra.
6 Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
7 Dios bendice a los compasivos, porque serán tratados con compasión.
8 Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.
9 Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el reino del cielo les pertenece.
11 »Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente acerca de ustedes[a] y dice toda clase de cosas malas en su contra porque son mis seguidores. 12 ¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera.
13 »Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.
14 »Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. 15 Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. 16 De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.
17 »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos. 18 Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla. 19 Entonces, si no hacen caso al más insignificante mandamiento y les enseñan a los demás a hacer lo mismo, serán llamados los más insignificantes en el reino del cielo; pero el que obedece las leyes de Dios y las enseña será llamado grande en el reino del cielo.
20 »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Enseñanza acerca del enojo
21 »Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicio”[b]. 22 Pero yo digo: aun si te enojas con alguien,[c] ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota,[d] corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien,[e] corres peligro de caer en los fuegos del infierno.[f]
23 »Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de pronto recuerdas que alguien tiene algo contra ti, 24 deja la ofrenda allí en el altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios.
25 »Cuando vayas camino al juicio con tu adversario, resuelvan rápidamente las diferencias. De no ser así, el que te acusa podría entregarte al juez, quien te entregará a un oficial y te meterán en la cárcel. 26 Si eso sucede, te aseguro que no te pondrán en libertad hasta que hayas pagado el último centavo.[g]
Notas al pie:
[a] Mateo 5:11 Algunos manuscritos no incluyen miente acerca de ustedes.
[b] Mateo 5:21 Ex 20:13; Dt 5:17.
[c] Mateo 5:22 Algunos manuscritos incluyen sin causa.
[d] Mateo 5:22 El griego emplea un término arameo de desprecio: Si le dices a tu hermano: “Raca”.
[e] Mateo 5:22 En griego Si dices: “Necio”.
[f] Mateo 5:22 En griego Gehenna; también en 5:29, 30.
[g] Mateo 5:26 En griego los últimos kodrantes [es decir, cuadrantes].
Salmos 5:1-12
1 Oh Señor, óyeme cuando oro; presta atención a mi gemido.
2 Escucha mi grito de auxilio, mi Rey y mi Dios, porque sólo a ti dirijo mi oración.
3 Señor, escucha mi voz por la mañana; cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera.
4 Oh Dios, la maldad no te agrada; no puedes tolerar los pecados de los malvados.
5 Por lo tanto, los orgullosos no pueden estar en tu presencia, porque aborreces a todo el que hace lo malo.
6 Destruirás a los que dicen mentiras; el Señor detesta a los asesinos y a los engañadores.
7 Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa; adoraré en tu templo con la más profunda reverencia.
8 Guíame por el camino correcto, oh Señor, o mis enemigos me conquistarán; allana tu camino para que yo lo siga.
9 Mis enemigos no pueden decir la verdad; sus deseos más profundos son destruir a los demás.?Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta; su lengua está llena de adulaciones.[a]
10 Oh Dios, decláralos culpables y haz que caigan en sus propias trampas;?expúlsalos a causa de sus muchos pecados, porque se rebelaron contra ti.
11 Pero que se alegren todos los que en ti se refugian; que canten alegres alabanzas por siempre. Cúbrelos con tu protección, para que todos los que aman tu nombre estén llenos de alegría.
12 Pues tú bendices a los justos, oh Señor; los rodeas con tu escudo de amor.
Notas al pie:
[a] Salmos 5:9 La versión griega dice de mentiras. Comparar Rm 3:13.
Proverbios 1:24-28
24 »Los llamé muy a menudo pero no quisieron venir; les tendí la mano pero no me hicieron caso.
25 No prestaron atención a mi consejo y rechazaron la corrección que les ofrecí.
26 ¡Por eso me reiré cuando tengan problemas! Me burlaré de ustedes cuando les llegue la desgracia,
27 cuando la calamidad caiga sobre ustedes como una tormenta, cuando el desastre los envuelva como un ciclón, y la angustia y la aflicción los abrumen.
28 »Entonces, cuando clamen por ayuda, no les responderé. Aunque me busquen con ansiedad, no me encontrarán.
Nueva Traducción Viviente (NTV)