Lectura: Salmo 4
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Salmo 4:8.
Hace algún tiempo leí acerca de un joven que recitaba precipitadamente la siguiente oración vespertina:
Ahora que me acuesto a descansar,
Te pido, Señor, mi alma guardar;
Si muriera antes de despertar,
Te pido, Señor, mi alma llevar.
Pero cuando llegó al verso que dice «Si muriere antes de despertar», se confundió y dijo: «Si despertare antes de morir».
Esto me puso a pensar. Muchas personas recuestan la cabeza en la almohada por las noches sin estar seguros del destino de su alma en caso de que mueran antes de despertar. Otros tienen tanta ansiedad por el día siguiente que preferirían morir antes de despertar. Problemas familiares, aflicciones emocionales o dificultades en su empleo los hacen desear la muerte antes de que el sol de la mañana los obligue a enfrentar otro agonizante día.
Esta no tiene que ser nuestra experiencia. Si depositamos nuestra confianza en el Señor podemos cerrar los ojos por las noches en la seguridad de que los problemas de mañana no serán mayores que el Dios de la eternidad. Sí, podemos dormirnos con la confianza de que estamos al cuidado de Dios. Podemos tener la certeza de que ya sea que muramos antes de despertar, o que despertemos antes de morir, todo está bien.
Cuando pones tus inquietudes en manos de Dios,
Dios pone su paz en tu corazón.
NPD/RWD