“En él habita toda plenitud” (Col. 2:9).
El es…
Para el artista es el Sumamente Hermoso. (Cantares 1:16).
Para el arquitecto es la Piedra del Angulo. (1 Pedro 2:6).
Para el panadero es el Pan de Vida. (Juan 6:35).
Para el banquero es el Tesoro Escondido. (Mat. 13:44).
Para el biólogo es la Vida. (Juan 14:6).
Para el constructor es el Fundamento Seguro. (1 Cor. 3:11).
Para el carpintero es la Puerta. (Juan 10:1).
Para el médico es el Gran Médico. (Salmo 103:3).
Para el educador es el Gran Maestro. (Juan 13:13).
Para el ingeniero es el Camino (Juan 14:6).
Para el labrador es el Sembrador y el Señor de la Cosecha. (Lucas 10:2).
Para el florista es la Rosa de Sharon y el Lirio del valle. (Cantares 2:1).
Para el geólogo es la Roca de la Eternidad. (1 Cor. 10:4).
Para el viñero es la Vid Verdadera. (Juan 15:1).
Para el juez es el Juez Justo. (2 Tim. 4:8).
Para el jurista es el Testigo Fiel. (Apoc. 1:5).
Para el joyero es la Perla de Gran Precio. (Mat. 13:46).
Para el abogado es el Dador de la Ley y el Abogado. (1 Juan 2:1).
Para el psicólogo es el Gran Consejero. (Prov. 8:14).
Para el filosofo el es la Sabiduría de Dios. (Col. 2:3).
Para el editor del periódico es la Buena Nueva de Gran Gozo. (Lucas 2:10).
Para el dador es el Don Inefable. (2 Cor. 9:15).
Para el predicador es la Palabra de Dios. (Juan 1:1).
Para el escultor es la Piedra Viva. (1 Pedro 2:4).
Para el político es el Rey de Reyes. (Apoc. 17:14).
Para el siervo es el Buen Maestro. (Marcos 10:17).
Para el estudiante es la Verdad Encarnada. (Juan 14:6).
Para el teólogo es el Autor y Consumidor de nuestra fe. (Heb. 12:2).
Para el pecador es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. (Juan 1:29).
Para el creyente es el Hijo del Dios vivo, el Salvador del mundo, y su Señor. (Mat. 16:16).