LA NIÑA Y SU CARGA
Romanos 15:1, 2.
Cierta amable señora, yendo de paseo, topó de pronto con una niña que en sus brazos llevaba a un pequeñuelo, tan gordito, que la señora pensó: “Debe pesar más que ella.” Se acercó amablemente, y le dijo:
—Hija mía, ¿no te parece que este niño es demasiado pesado para ti?
Y la pequeña, sonriendo feliz, le contestó:
—¡Oh, no, señora! ¿No ve usted que es mi hermanito?
Hermanos: ¿Sobrellevamos así, las cargas de nuestros hermanos más débiles, y cumplimos la ley cristiana, como nos amonesta el apóstol?
—Dic. Anéc. Ilustr. Bíblicas.