Lectura: 2 Corintios 7
Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación. . . .
–2 Corintios 7:10.
La lectura bíblica para hoy es de la Segunda Epístola de Pablo a los Corintios. Pablo comienza el capítulo llamándolos «amados» y termina regocijándose por la confianza que tiene en ellos.
¿Cómo podía decir esas cosas honestamente considerando que el resto del capítulo trata de los pecados por los que Pablo había tenido que confrontarlos en su primera carta? (1 Co. 5). Los podía elogiar porque los corintios habían respondido con una tristeza piadosa. Se habían arrepentido sinceramente, y ahora tenían las manos completamente limpias.
A muchos de nosotros, como cristianos, nos resulta difícil aceptar el perdón de Dios por nuestro pecado y sentirnos perdonados. Hablamos a otros del amor y del perdón que Cristo ofrece, y sin embargo, lo más difícil para nosotros parece ser recibir ese mismo amor y perdón. Después de haber hecho algo malo, no es raro que nos dolamos por ello. Pero si tan sólo lamentamos las consecuencias y no nos arrepentimos genuinamente y aceptamos el perdón de Dios, no hemos hecho nada más que entristecernos como se entristece el mundo (2 Co. 7:10).
Nunca digas: «¡Cuánto me gustaría borrar el pasado!» El pecado no puede deshacerse, pero uno sí puede arrepentirse genuinamente de él. Nuestro misericordioso Dios está esperando ahora mismo para inundar tu corazón angustiado del gozo de su perdón.
Dios nos hace desgraciados por medio de la convicción,
para luego llenarnos de gozo por medio de la confesión.
NPD/--JEY