El relato de cómo ocurrió la elección de Rebeca para esposa de Isaac nos provee algunas pautas para formar los criterios para elegir un buen cónyuge.
I. Establezca de antemano lo que va a buscar (vv. 3, 6).
1. Abraham estableció claramente que la esposa para su hijo debía ser:
(1) De su misma familia y no una cananea
(2) Dispuesta a vivir toda su vida en Canaán.
2. La Biblia nos dice claramente que nuestro cónyuge debe ser:
(1) Creyente en Cristo (2 Cor. 6:14)
(2) Que se suscriba al «testimonio» cristiano.
II. Establezca de antemano lo que desea lograr (v. 7).
1. Que su matrimonio sea una relación permanente y no algo temporal.
2. Que su matrimonio sea parte de la totalidad de su vida.
3. Que ambos estén de acuerdo con lo que desean lograr en la vida.
III. Establezca de antemano que desea seguir la voluntad de Dios (vv. 12–14).
1. Busque la voluntad de Dios en intensa oración.
2. Busque a alguien que también esté buscando la voluntad del Señor para su matrimonio.
3. Busque a alguien que corresponda con el plan que usted tiene para su vida.
Conclusión: La elección del cónyuge es tan importante que requiere buscar la dirección de Dios en oración, obediencia a sus mandatos específicos y estar de acuerdo con el plan salvador del Señor.
(Tomado de Comentario Mundo Hispano)