Los Santos y Mártires De La Tribulación

Texto: Apocalipsis 14:1-20 Enfoque:Apocalipsis 14:1, 4-20

 El evangelio salvador será proclamado al pueblo en el mundo entero y multitudes se salvarán,y luego serán martirizadas por Cristo. Seamos nosotros también fieles en la proclamación de las buenas nuevas.

Esta lección involucra el cumplimiento de algunas promesas que Jesús hizo mientras anduvo sobre esta tierra. Esta lección trata sobre la cosecha final de Dios. Ésta no es una cosecha de granos; es una cosecha de almas, y nos da un vistazo a la situación durante los últimos años de la historia de la tierra.

Algo que es sumamente importante tener presente en la medida que estudiamos Apocalipsis, es que las leyes espirituales fundamentales de Dios jamás dejarán de operar. La Palabra de Dios permanece para siempre. El cielo y la tierra pasarán más la Palabra de Dios no pasará (Lc. 21:33). Jesús es el mismo
ayer, hoy y siempre (He. 13:8). En todos los siglos cuando los hombres se arrepienten de sus pecados y ponen su fe en Jesús, se salvan (Ro. 10:13). Aún en los días más oscuros del periodo de Tribulación, el plan de salvación funcionará si la gente lo sigue.

Como vimos en Apocalipsis capítulo 7, ciertamente ahí habrá un gran número de almas que saldrá de la Gran tribulación (Ap. 7:14). Sin embargo, durante este periodo también habrá una cantidad de santos que serán asesinados debido a su testimonio. Cuando la adoración a la bestia sea galopante sobre la tierra, muchos hombres y mujeres morirán por la sencilla razón de negarse a adorar a esta criatura del infierno.

Esto no es nuevo. En Daniel leemos cómo un gobernador malvado mandó a los hombres a que adorar su imagen bajo la pena de una terrible muerte. También leemos cómo hombres fieles se han negado a inclinarse a esta imagen (Dn. 3:1-27). Esta escena se repetirá durante la Gran Tribulación.

UNA MIRADA MÁS CERCANA

I. Los 144,000 fieles

Apocalipsis 14:1; 4, 5
1. Después miré,y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion,y con él ciento cuarenta y cuatro mil,que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
4. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
5.y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
Recuerde, Juan está en el cielo viendo las cosas que suceden en la tierra. Él vio al Cordero de Dios, Jesús, en pie sobre el monte de Sion, un lugar geográfico particular en la tierra, y vio los 144,000 de quienes aprendimos anteriormente en el capítulo

Se revelan cinco aspectos importantes acerca de este grupo.

Primero, oyen un cántico nuevo proveniente del cielo (Ap. 14:3). La música puede ser de gran aliento para nuestras almas, y estos testigos dejados en la tierra oyeron el cántico alentador de alabanza proveniente de los redimidos que están en el cielo. No cabe duda que estos judíos escogidos necesitaban este aliento para la obra que debían realizar durante este periodo de tribulación.

Segundo, se nos dice que estos hombres están completamente dedicados al Señor. Han permanecido en celibato para poder darse totalmente a su ministerio en el tiempo que tienen para predicar el evangelio, el cual es relativamente corto. Ésta no es una condena al matrimonio o a las mujeres, más bien esto sencillamente significa que para estos hombres el matrimonio está fuera de la voluntad de Dios.

Tercero, vemos que siguen al Cordero doquiera vaya. Sus vidas están totalmente dedicadas a hacer la voluntad de Dios y no les importa nada más.

Cuarto, estos hombres son las primicias de una gran cosecha de almas. La gran multitud que nadie podía numerar en Apocalipsis 7 es producto del testimonio de estos 144,000.

Finalmente,aprendemos que ellos son hombres verdaderamente transformados. No hay engaño en su lenguaje. En ellos no se ha encontrado mancha alguna por causa de la sangre del Cordero aplicada a sus corazones. Los tiempos de gran estrés tienden a revelar nuestra verdadera personalidad. A estos hombres se les tenía prohibido mezclarse con el mundo o ser cristianos término medio. Ellos ministran en un momento de extrema tribulación y tienen que ser cristianos genuinos para hacer su maravillosa obra.

II. Las proclamaciones de los ángeles

Apocalipsis 14:6-12
6.Vi volar por en medio del cielo a otro ángel,que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7 diciendo a gran voz:Temed a Dios,y dadle gloria,porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
9.Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
10. él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
11. y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
12. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Ahora, Juan vio tres ángeles con tres mensajes distintos. Cada uno de estos mensajes contiene una verdad bastante necesaria, especialmente en una época de Gran tribulación. Estos ángeles no están estableciendo ideas nuevas, más bien están afirmando la verdad que ha sido predicada desde el principio.

El primer ángel afirma la verdad de que el evangelio es poder de Dios para salvación a cualquier edad y circunstancia. El evangelio es eterno, y el método que Dios ha escogido para divulgarlo es a través de la predicación. Puede que para los hombres la predicación parezca insensata, pero es la decisión que Dios tomó para proclamar su Palabra (1 Co. 1:21).

El evangelio es para todos los hombres en todas partes sin importar su grupo étnico o su origen nacional. El evangelio saldrá a todo el mundo, y Dios ha diseñado un método para que todos los hombres en todas partes puedan conocerlo. Observe que ele mensaje de este ángel se relaciona con los primeros versículos de la Biblia. El ángel reta a los hombres a adorar a Dios como el Creador de la tierra, los mares y las fuentes de las aguas.

A lo que llamamos naturaleza constantemente está testificando del poder y la majestad de Dios. La naturaleza está diciendo que hay un Dios y que nosotros no podemos vivir sin Él. Por el contrario, el hombre perdido declara que el hombre es su propio dios, y que él no necesita al Dios único y verdadero en su vida. El llanto fundamental de la naturaleza es que hay un Dios y que nosotros no podemos vivir sin Él y que deberíamos adorarle. Pablo declaró en su sermón en Atenas que en Dios vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser (Hch. 17:28). Los cielos declaran la gloria de Dios, y un hombre sabio mirará hacia arriba y sabrá que hay un Dios.

Este ángel está afirmando el simple hecho de que si Génesis 1:1 es cierto, entonces esa verdad cambia todo sobre la vida.

El segundo ángel declara que el Dios justo y amoroso al final tratará con el mal de la única manera posible. Ésta es la primera mención de Babilonia, y aprenderemos más sobre esto más adelante. Aquí aprendemos que al final Babilonia está caída debido a las malas acciones llevadas a cabo por quienes la habitaban. Dios sólo puede hacer tres cosas sobre la maldad que hacen los hombres. Primero Puede ignorarla, y eso permitiría
que la injusticia perdure por siempre. En verdad, ninguna persona que razone querría que eso suceda.

Segundo, Dios podría pasarle por encima a la voluntad del hombre y obligarlo a hacer lo que es correcto. Eso nos convertiría en títeres o robots, y nosotros jamás podríamos amar a Dios y alabarle verdaderamente.

La única otra opción es permitir que los hombres tomen una decisión libre en sus vidas y luego responsabilizarlos por las decisiones que hayan tomado. Ésta es la forma en que Dios trata con la raza humana. Dios nos ama, y pacientemente espera que nosotros vengamos a Jesús, pero cuando finalmente lo rechazamos, el juicio es la única alternativa que queda.

El tercer ángel declara el destino de quienes no atesoran la advertencia del evangelio y reciben la marca de la bestia. Tal vez muchos de quienes lo hacen están engañados. Sin embargo, muchos tomarán deliberadamente esa decisión y ésta será la decisión eterna entre la paz y la bendición temporales, y la verdad eterna. La marca permitirá que quienes la reciban vivan un estilo de vida próspero por un tiempo. Eventualmente, enfrentarán el destino de eterna condenación. Por el contrario, quienes rechacen esta marca sufrirán y serán asesinados, pero hay un galardón eterno esperándolos en el cielo.

Quienes reciban la marca de la bestia están perdidos, no por tener la marca, sino por rechazar a Jesús. Nuestra conducta fluye de nuestras creencias. Si creemos mal, inevitablemente nos comportaremos mal. Aquellos que realmente confíen en Jesús serán pacientes y soportarán hasta el fin este gran periodo de tribulación.

III. La siega de la tierra

Apocalipsis 14:13-20

13.Oí una voz que desde el cielo me decía:Escribe:Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos,porque sus obras con ellos siguen.
14. Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.
15.Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz,y siega;porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.
16.Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.
17.Salió otro ángel del templo que está en el cielo,teniendo también una hoz aguda.
18.Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
19.Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.
20.Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.

Una voz del cielo declaró otra verdad eterna y añadió una pieza interesante de información. Quienes mueran en el Señor siempre han sido bendecidos, y sus obras siempre han seguido a un galardón eterno.De igual manera que el evangelio proclamado por el primer ángel, aquí es una verdad eterna que necesita ser completamente afirmada de nuevo en un tiempo de gran prueba.

Después, llega el cumplimiento de una profecía que dio Jesús al comienzo de su ministerio cuando empezó a enseñar en parábolas. Esto se relata en Mateo 13:24-30 y 36-43. Aquí los siervos preguntaron si debían remover la cizaña que había crecido entre el trigo. Jesús les dijo que dejaran el campo solo, y que al momento de la siega recogerían la cizaña. Este pasaje habla de la eventual cosecha de almas.

Se mencionan dos siegas. Hay una de trigo y una de uvas pisadas para hacer vino. Ambos son símbolos de que en su debido momento Dios responsabilizará a los hombres por sus decisiones. La ley de la cosecha es una de aquellas verdades espirituales invariables (Gá. 6:7, 8). La única forma de evadir una mala cosecha es sembrando en el Espíritu y no en la carne.
Nosotros no podemos sembrar en la carne y después orar porque no haya cosecha.

Este es un cuadro terrible. La gran batalla que se describe aquí tendrá como resultado la llena de sangre humana en un valle cuya medida es de a unos mil seiscientos estadios hasta los frenos de los caballos. Esto serán unas doscientas millas (320 km.). Lamentablemente, si no oímos la voz de la gracia de Dios, debemos oír la voz de su ira.

UNA PALABRA FINAL

Mientras pensamos en estas escenas extraordinarias, tenemos que recordar que más allá de estas escenas de juicio, más allá de las terribles descripciones de lo que vendrá sobre la tierra, más allá de la sangre, más allá de la matanza, más allá de las tinieblas, más allá del dolor y de la angustia y de la miseria, cuando la tierra esté cubierta de sangre por millas y millas (kilómetros y kilómetros), vendrá un nuevo día.

Este es un hermoso día. Es el momento que habían descrito los profetas siglos antes. Después del tiempo de la prueba de Jacob, vendrá un hermoso tiempo en que Israel florecerá y como un vino hermoso, extenderá sus ramas por toda la tierra. El Mesías reinará sobre todas las personas alrededor del mundo entero. Los hijos de Dios gobernarán y reinarán con Él por mil años maravillosos y pacíficos. Éste es el sueño esencial que los hombres han soñado por siglos. Hacia eso es hacia lo que todas las cosas que Dios nos ha revelado están obrando, y eso es lo que al final sucederá.

Este escritor ora para que su vida esté conforme a estas verdades. Todos nosotros tomamos decisiones todos los días. Tomamos la decisión de escucharlo o tomamos la decisión de ignorarlo. Tomamos la decisión de servirle o decidimos servirnos a nosotros mismos. De una u otra forma, la eternidad viene pronto para todos en la tierra. Confíe en Jesús hoy, viva para Él y esté listo cuando suene la trompeta final.

Para Discusión

1. Hable sobre la diferencia entre tener el nombre de Dios (Ap. 14:1) y tener la marca de la bestia (versículo 11) en la frente.
2. ¿Por qué predica el ángel el evangelio eterno a todos los habitantes de la tierra?
3. ¿Significa eso que los moradores de la tierra durante esta parte del Periodo de Tribulación tendrán la oportunidad de salvarse? ¿Por qué sí o por qué no?
4. ¿Por qué se pronuncia bendición a los muertos que mueren “en el Señor”?

Devocionales

D. — ¡Salvación para siempre! Isaías 51:6.
L. — ¡Siga al Cordero! Juan 8:12.
M. — ¡Redimido! ¡Glorifique a Dios! 1 Corintios 6:19, 20.
M. — El evangelio salvador, 1 Corintios 15:1-4.
J. — ¡Apartaos de mí! Mateo 7:21-23.
V. — El evangelio al mundo, Mateo 24:14.
S. — La muerte bienaventurada, Filipenses 1:21-23.