Lectura: Lucas 2:1-10
No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. Lucas 2:10.
El ángel que anunció el nacimiento de Jesús a los pastores dijo que había venido a ellos con «nuevas de gran gozo» (Lc. 2:10). Mucha gente hoy escucha estas palabras, «gran gozo», pero no las comprenden. Gozan de la temporada decorando sus casas, yendo de compras a alegres centros comerciales, asistiendo a muchas fiestas, e intercambiando regalos con sus seres queridos. Pero
después que pasa toda la emoción, se sienten vacíos y tristes.
A otros no les gusta la época navideña para nada. Muchos no tienen dinero para regalos ni decoraciones. Algunos no tienen amigos con quienes celebrar. La atmósfera de alegría que hay a su alrededor en realidad intensifica su tristeza.
El problema de ambos grupos es que identifican erróneamente el «gran gozo» del cual habló el ángel. Ese gozo se halla, no en la diversión superficial, sino en el más profundo significado de la temporada.
Cuando Jesús nació, Dios se hizo hombre para salvarnos de nuestros pecados y darnos la gozosa perspectiva de la eternidad en los cielos. Esa es la verdadera razón del gozo. Los pastores regresaron a sus frías noches y a la soledad de su vocación, pero fueron «glorificando y alabando a Dios» (v. 20).
El verdadero significado de la Navidad es verdaderamente «nuevas de gran gozo para todo el pueblo» (v. 10).
Es Jesús quien pone el gozo en la Navidad.
NPD/--HVL