I. El adufe; la canción (vv. 1–5).
1. La melodía: Cantad con gozo, vv. 1–3.
2. El estatuto: Del Dios de Jacob, v. 4.
3. La ordenanza: Por testimonio, v. 5.
II. El arpa; la referencia (vv. 6–10).
1. La carga: Aparté su hombro de debajo de la carga, v. 6.
2. El trueno: Te respondí en lo oculto, v. 7.
3. La amonestación: No haya Dios extraño en medio de ti, v. 9.
III. La trompeta; el resultado (vv. 11–16).
1. El tiempo: En un instante habría yo sometido a sus enemigos, v. 14.
2. El trigo: Los habría sustentado con la suculencia del trigo, v. 16.
3. La miel: Te habría saciado. La dulzura de la eterna misericordia, v. 16.
Cuando Robert Louis Stevenson era un niño, le dijo en una ocasión a su madre: “Mamá, no se puede ser bueno sin orar.” “¿Cómo lo sabes, Robert?” “¡Porque lo he intentado!”