Lectura de la Biblia: 2 Corintios 2:11
El apóstol Pablo nos exhorta a no ser ignorantes de las maquinaciones satánicas. El apóstol Pedro nos da el mismo consejo, en 1 Pedro 5:8: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar».
Estos dos hombres entendieron muy bien la naturaleza de la tentación y los estragos que ésta puede causar en la vida del creyente. A pesar de las amonestaciones bíblicas, hay muchos creyentes que van como ovejas al matadero, al dejarse seducir por la tentación y someterse a sus deseos.
Sin embargo, la decisión siempre será nuestra, y como hijos de Dios que somos ni el pecado ni la fuerza de la tentación podrán vencernos, a menos que lo permitamos. Recuerde que Cristo es nuestra fortaleza.
En Proverbios 6:16-19 la Escritura dice: «Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos».
La mejor manera de vencer la tentación es haciendo de Cristo y de la Palabra de Dios el centro de nuestra vida y de nuestra meditación.