BOSQUEJO DE Rt.1
I. Una elección deshonrosa para Dios (Rt.1:1-2). Elimelec significa «Mi Dios es Rey». ¿Por qué debía entonces ir él a Moab, y estar bajo Quemós, el dios del fuego que adoraban los paganos? Cuando no damos nuestra confianza al verdadero Dios caemos bajo el poder del dios de este mundo.
II. Una experiencia mísera (Rt.1:3-5). Noemí perdió su marido y sus dos hijos en el país lejano. El abandono de Dios por las ventajas mundanas y la prosperidad material llevará de seguro el alma a la miseria.
III. Una comunicación decisiva. (Rt.1:6). «Jehová había visitado a su pueblo, dándoles pan». Así es el Evangelio, la historia de provisión divina para los necesitados.
IV. Un tiempo de prueba (Rt.1:7-13). «Salió, pues». La fe conduce a una acción definida. La acción de ella influencia a otros poderosamente. Rut y Orpah quedan profundamente conmovidas. «De modo que vean vuestras buenas obras» (Mt.5:16).
V. Una decisión definitiva (Rt.1:14-18). La primera ya no sigue más. La segunda se aferra a ella como a su vida. La inestable besa, y se vuelve. La de firme ánimo lo deja todo y prosigue.
BOSQUEJO DE Rt.2:13-23
Rut se fue de vacío, pero volvió cargada de bendición y radiante de gozo, y tanto que Noemí se vio impulsada a preguntar: «¿Dónde has espigado hoy?» (Rt.2:19). El secreto de su éxito residía en esto:
I. Había estado con un varón rico y poderoso (Rt.2:1-19). Como Cristo, Booz tenía:
1. Abundancia de posesiones;
2. Abundancia de influencia;
3. Abundancia de gracia.
II. Había estado con un pariente cercano (Rt.2:20). Ella no conocía el vínculo de parentesco, pero él sí. El pariente próximo tenía el derecho de vengar y de redimir. Nuestro Pariente Redentor no vino para condenar, sino para dar Su vida en rescate por nosotros.
III. Había estado con uno que comprendía su necesidad. Él la habló al corazón (Rt.2:13). Ésta es siempre la forma de actuar de nuestro Redentor, porque Él conoce lo que hay en el hombre.
IV. Había estado con uno que no se avergonzaba de reconocerla públicamente (Rt.2:14). «Ella pues se sentó al lado de los segadores; y él mismo le alcanzó el grano tostado». Él le dio a Rut un tiempo de refrigerio con su misma presencia. Rut nunca dice «no» a los dones de su gracia.
V. Había estado con uno que planeaba las cosas para su bien. Su mirada estaba sobre todo el campo, y todos estaban dispuestos a hacer su voluntad. Así, dejaban caer a propósito manojos para ella, «conforme a su propósito» (Ro.8:28). Son verdaderamente benditos los que entran en contacto con las inescrutables riquezas de Cristo.
VI. Una confesión humillante (Rt.1:21). «Me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías». Sí, tenemos que ser vaciados para poder ser restaurados a la fe en Dios. Pero, gracias a Dios, el camino de vuelta sigue abierto.
VII. Una cordial bienvenida (Rt.1:19). «Toda la ciudad se conmovió». El regreso a una vida de simple confianza en Dios es volver al calor de un hogar. Este regreso es siempre oportuno (Rt.1:22) el comienzo de la siega.
BOSQUEJO DE Rt.2:1-12
I. La gran humildad de Rut (Rt.2:2). Al desear convertirse en espigadora muestra su buena disposición a asumir la posición de una persona pobre. Pero ella prefería hacer esto antes que volverse a Moab. Su separación de la vida vieja era completa. No se avergonzaba de tomar el puesto de una buscadora.
II. Su buena porción. «Aquella parte del campo era» (Rt.2:3). Puede que ella fuera temblando, pero el conductor Espíritu de Dios estaba con ella, como lo está siempre con aquellos que le han vuelto la espalda al país lejano y a sus dioses. Era mientras estaba buscando que se encontró con este poderoso rico.
III. Su carácter escudriñado (Rt.2:5-7). El amo considera el caso de ella. Nada hay que se le esconda. «He sabido todo», dijo él. «Yo conozco tus obras, y tu amor».
IV. Su camino, hecho claro (Rt.2:8). «No vayas, ... ni pases de aquí». Todo temor queda se desvanece ahora con la certidumbre de tu gracia. Los buscadores de la verdad en el campo de Su Palabra encontrarán gracia sobre gracia.
V. Su reconocimiento lleno de gratitud. «Ella, ..., bajando su rostro, se inclinó a tierra, y le dijo», etc. (Rt.2:10). «¿Por qué...?» Simplemente porque está lleno de gracia. Ella no podía alegar que merecía tal gracia, pero llena de gratitud la aceptó.
VI. Su corazón, consolado.
1. Consolado con la certidumbre de que él lo sabe todo acerca de ella (Rt.2:11). 2. Consolado con la certidumbre de que él siente una total simpatía hacia ella (Rt.2:12). Él deseaba para ella refugio y reposo bajo las alas de Jehová. Todo esto lo da nuestro celestial Booz (Jesús) a los que en Él confían (Mt.23:37).
BOSQUEJO DE Rt.3
Noemí tenía una gran fe en su Pariente Redentor. Ahora que Rut había puesto su causa en manos de él, recibe esta instrucción: «Estate tranquila, hija mía, ... porque este hombre no descansará hasta terminar hoy mismo este asunto» (Rt.3:18). Véase como Rut entró en aquel bendito descanso.
1. Ella se echa a sus pies (Rt.3:4-6). Antes había ofrecido un ruego (Rt.2:7), pero ahora se ofrece a sí misma. Fue en la hora más negra de la noche que se oyó la voz de él.
2. Ella lo reclamó como redentor (Rt.3:9). Ella demanda el cumplimiento de su oficio como redentor en favor de ella. Era una gran demanda por parte de la pobre extraña, pero el poderoso varón de gracia lo consideró como un acto de bondad hecho a Él (Rt.3:10).
3. Ella recibió su promesa (Rt.3:10-13). No había desgana de parte de Booz de actuar como pariente redentor. Ella le pide, y en el acto le es dada la promesa. Fiel es el que prometió. Rut no hace de él un mentiroso con dudas culposas.
4. Ella descansa en la actividad de él. Ella se queda ahora tranquila, dejando que él lleve a cabo la obra redentora. ¿Qué más podía hacer? La obra no era de ella, sino de él. Tenía la promesa de que él daría término al asunto. Así que ella descansa en fe. Reposa en el Señor. Confía también en Él, y Él actuará (Lv.16:30; Lv.16:31).